Sebastián Díaz (izq.), de Colombia, pasó a cuartos de final tras derrotar a Ysabelino Apaza; José Pablo Gil (der.), de Costa Rica, ganó 6-1 y 6-0 a Wladimir Alulema, de Ecuador. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Sus rostros se llenan de luz, color y sonrisas. Sebastián Díaz y José Pablo Gil, de Costa Rica, celebraron así sus victorias, en la primera ronda del Torneo de Tenis en Silla de Ruedas, que se realiza en el Quito Tenis y Golf Club.
“El solo hecho de entrar a una cancha y jugar ya es un triunfo. Logramos más que una victoria”, añadió Díaz, colombiano de 20 años. Ayer derrotó al peruano Ysabelino Apaza por 5-7, 6-3 y 6-0.
“Es un gran torneo, al que llego por segundo año”, dijo el tenista que comenzó a practicar este deporte en su Bogotá querida, motivado por su mamá. “Ella recibió información de la corporación Semillas sin Barreras, y desde hace seis años lo practico”.
Se entrena todos los días para lograr los mejores resultados. “Me encanta la adrenalina que fluye en cada partido, en cada golpe. Además, todos los días me levanto con una motivación nueva: un sueño o luchar por lo que uno quiere”.
Entre sus sueños deportivos está lograr un cupo en los Juegos Parapanamericanos del próximo año en Lima y “el anhelo de todo deportista, llegar a Tokio 2020”.
En el Barranquilla Open, que se disputó hace dos semanas en Colombia, llegó a semifinales en dobles y a segunda ronda en el torneo individual. “Lo que me gusta de cada torneo es hacer amigos”.
Sebastián es parte de la nueva generación de tenistas colombianos, que tiene como referente a Eliécer Oquendo, quien ha estado en los Juegos Paralímpicos Londres 2012 y Río 2016. En los torneos de Quito ha sido finalista y campeón, pero el miércoles sus conexiones fallaron y no pudo llegar a la capital.
José Pablo Gil, de Costa Rica, también ganó el jueves 29 de marzo de 2018 y se metió en cuartos de final. Derrotó por 6-1 y 6-0 a Wladimir Alulema de Ecuador. “Siempre cuesta un poquito agarrar el ritmo y acostumbrarse a la cancha. Después alcancé mi juego y pude controlar bien la bola. Es un jugador que saca buenos golpes”, dijo el tenista de 22 años.
Llegó a la capital el lunes por la noche, para lograr acoplarse al rebote de la pelota y a la velocidad del viento. “Hasta ayer (miércoles) no pasó nada. Pero hoy sentí mareos”, dijo entre sonrisas.
En la hora y 15 minutos que duró su partido, mostró los buenos golpes con su mano derecha. En la mejor jugada del partido realizó un remate cruzado y corto, la bola cayó cerca a la red, inalcanzable para su rival. “Vamos mejorando nuestra técnica. Además, en Costa Rica tenemos cancha de cemento, acá costó adaptarse a la arcilla, que es más pesada, pero no hay excusas. Las condiciones están para todos por igual”, añadió.
José Pablo Gil se medirá hoy con el ecuatoriano Francisco Beltrán, raqueta 1 del país. El tenista porteño, que reside en Cuenca, eliminó del torneo a Esteban Moscoso por 6-2 y 6-1. “Son de esos partidos algo delicados, él fue quien me enseñó a jugar tenis en silla de ruedas, le tengo mucho respeto, por sobre todas las cosas”.
Francisco Beltrán, que se entrena en el coliseo Jefferson Pérez en el Azuay, quiere lograr el título, “pero es un torneo muy competitivo”, recalcó. Tiene una dolencia en su brazo, que espera no afecte a su rendimiento hoy.
En un duelo entre ecuatorianos, Edmundo Merizalde -uno de los pioneros del tenis en silla de ruedas en Ecuador, hace 11 años– jugó ayer su último partido oficial. Cayó ante Luis Vega por 6-0 y 6-0.
Andrés López, raqueta 2 de Ecuador, derrotó al compatriota Patricio Holguín por 6-1 y 6-0. Hoy jugará con el chileno.