Las gradas del estadio de la Liga Parroquial Calderón sirven como camerino del Clan. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
Los futbolistas del Clan Juvenil, de la Serie B, se cambian de vestimenta en las gradas del estadio de la Liga Parroquial Calderón, en el norte de la capital.
Los conos, las pelotas, las cintas, los pares de zapatos y una parte de la indumentaria deportiva llegan en un auto particular al escenario.
Allí, el golero Wilmer Zumba, de 40 años, antes de iniciar el entrenamiento pide a sus compañeros abandonar el sitio porque no hubo puntualidad en la hora citada.
Isaac Mina lo apoya en la iniciativa de abandonar el recinto como protesta. La ‘Vecinita’ Mina, como es conocido el exzaguero campeón con el Deportivo Quito, se cambia de ropa y sale caminando desde las gradas al parqueadero.
En la puerta de ingreso a la cancha asoma Juan Francisco Aguinaga, el asistente técnico, gastándole una broma con la vestimenta de Mina.
Y Mina responde: “aquí ya no hay plata ni para ropa”. Luego abandona el estadio junto a Zumba. El guardameta que ha atajado en Macará, Emelec, Olmedo y Espoli, entre otros clubes, admite estar cansado de la desorganización que hay en el equipo de Sangolquí.
Solo hay 19 futbolistas en la plantilla, la mayoría son jóvenes sin experiencia. Por intervención de la Liga Profesional de Fútbol (LigaPro), los futbolistas que tenían contratos firmados han cobrado los sueldos de dos meses (febrero y marzo). De abril, mayo y junio aún no han recibido salarios.
Algunos futbolistas que iniciaron el año ya se marcharon del equipo cansados de reclamar a la directiva. “Solo de este año me deben más de USD 35 000. No he podido cobrar nada. Eso me deben solo este año”, contó el guardameta Rubén Darío Lajones antes de entrar a la cancha a practicar.
Los futbolistas más jóvenes prefieren no hablar y no contar los dramas que pasan porque los salarios no llegan. El DT Renato Salas y su cuerpo técnico llegaron en abril al equipo y el rendimiento es pésimo. En 17 partidos disputados no ha logrado ganar un solo juego.
En lo que va de esta temporada obtuvo un solo empate y sumó un punto de 51 posibles. Sin embargo, por las sanciones impuestas por la LigaPro ha sido castigado con siete puntos menos. En la primera fecha del torneo, el Clan no pudo actuar por una suspensión y allí perdió los primeros tres puntos.
El mes pasado también fue sancionado por no presentar los roles de pago ni tampoco las planillas de afiliación al Seguro Social (IESS). Allí le restaron cuatro puntos. Es decir, en la tabla consta con menos seis puntos y es último.
“Nos encontramos con muchos inconvenientes de factor económico. No hay recurso económico y eso nos complica el trabajo táctico y técnico”, admite el DT Salas.
El técnico reconoce que es difícil organizar un entrenamiento futbolístico porque no hay 22 jugadores. En la práctica del miércoles pasado, por ejemplo, estuvieron 19 jugadores. Se sumaron jóvenes que buscan espacio para mostrarse a pesar de no recibir sueldos.
Hay más problemas. El plantel no tiene un sitio fijo de entrenamiento. Alternan entre la cancha de Calderón y el polideportivo El Ejido, en Sangolquí. En ambos sitios hay facilidades para llenar los bidones de agua que sirven para la hidratación de los jugadores.
¿Con qué directivo arregló Salas su contrato? El estratega reconoce que fue con el empresario de futbolistas Jorge Guerrero y añade que actualmente él está fuera del país gestionando recursos para mejorar la situación financiera del equipo y tratar de evitar el descenso a la Segunda Categoría para el 2020.
Este Diario buscó la versión del directivo, pero no contestó las llamadas telefónicas. Por lo pronto, la LigaPro ya comenzó a trabajar con la lista de futbolistas que están jugando y los que tienen los contratos registrados en la LigaPro.
La entidad maneja en reserva la información; sin embargo, hay deportistas del club que admiten que firmaron doble contrato al inicio del año.
Los funcionarios que están pagando los salarios entregaron los valores registrados en los contratos que reposan tanto en la FEF y en la LigaPro.
Luis Manfredi, de la LigaPro, explicó que a partir de la aprobación del Consejo de Presidentes, la organización ya puede retener los dineros de los derechos de televisión para pagar los salarios a los futbolistas que presenten reclamos.