Es un estudioso del fútbol y ha revisado los proyectos de los países de Sudamérica. La intención de Adolfo Ruggeri es entrar en equipos de Ecuador con su proyecto. Nació en Argentina, pero se prepara y revisa la metodología de trabajo en España. Su objetivo es claro: comenzar a implementar una metodología de entrenamiento y adaptar sistemas de juego europeo.
El staff técnico de Ruggeri Huguetti también lo integran, Ariel Huguetti, asistente y el preparador de goleros, Daniel Martínez. En un extenso diálogo contó que su proyecto de modernización en Sudamérica es trabajar en la implementación de la neurociencia en la práctica del futbolista.
Analizó lo que está pasando en el Continente. “Falta tener directivos que tengan una mentalidad futurista. Por ejemplo, un método de enseñanza y aprendizaje en el mejoramiento del futbolista en una temprana edad, pero también en la edad profesional. La neurociencia viene demostrando que si trabajamos el cerebro, la concentración, la mentalización de los movimientos, la coordinación e imaginamos los conocimientos hacemos lo posible por hacer posible la técnica desde el comienzo al fin del ejercicio”, dijo.
Una gambeta, el control de la pelota y otros ejercicios mejoran a través del apoyo de la neurociencia. “Los clubes europeos tienen las áreas de prácticas de neurociencia. El deporte en general tiene esta situación. Barcelona, Real Madrid, Manchester United tienen estos métodos. El cerebro, a través de un juego virtual, trata de resolver una situación complicada. El cerebro despierta las neuronas espejo”, detalló.
Para implementar esta metodología, según Ruggeri, es necesario tener infraestructura, buenos campos y la visión de dirigentes que crean en proyectos a largo plazo. El DT argentino estudió los partidos de la última Copa América y de la Eurocopa y dice que la velocidad y el ritmo de juego están marcados por las metodologías que se aplican. Pondera el nivel del futbolista en los torneos sudamericanos, pero cree que hay futbolistas que por no tener una metodología siempre le cuesta adaptarse a la exigencia del mercado europeo.