El golero Sebastian Blazquez intenta atrapar una pelota tras remate de Ismael Blanco (9) de Barcelona SC. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Carlos Ischia, entrenador argentino de Aucas, tiene una sana costumbre: abrazar a sus dirigidos después de los partidos. Así lo hizo el domingo pasado, en el camerino del estadio Jocay con el golero Sebastián Blázquez, en el empate sin goles ante el Delfín.
La actuación del guardameta argentino, de 36 años, ha sido fundamental en los últimos partidos y en los puntos que ha sumado el equipo oriental. Aunque le han marcado 10 goles en los 10 partidos de este año, en las últimas tres fechas no ha recibido goles en su arco.
El entrenador reconoce que Blázquez ha sido el complemento de la gran tarea defensiva de los últimos partidos.
El ‘Pelado’ dice que fue un acierto ratificarlo para este temporada. “La hinchada debería ser grata con todos los jugadores que el año pasado lograron la Sudamericana y este año pelean cosas importantes con el club”, expresó el estratega al final de la práctica del 5 de abril del 2016.
Ischia y Blázquez se conocen bien. El golero debutó profesionalmente en la Primera Categoría del fútbol argentino, el 2006, defendiendo los colores de Vélez Sarsfield.
Desde ahí se conocieron en el fútbol y volvieron a reencontrarse el año pasado en el Aucas y recordaron anécdotas de hace 10 años.
La gran campaña del 2015 fue la justificación suficiente para que Ischia lo confirmara en la lista de refuerzos. Blázquez jugó los 44 partidos de la temporada. No se lesionó y no dejó la titularidad.
Le marcaron 59 goles en todo el año y, aunque cometió algunas equivocaciones en los goles recibidos, fue una de las figuras para que el equipo clasificara a la Copa Sudamericana después de una década. “Sebas es un gran tipo. Hubo partidos en que los hinchas el insultaban por errores que cometió porque es ser humano, pero se aguantó y no se derrumbó. El domingo estuvo bárbaro y en los últimos tres partidos no nos han marcado goles. Eso también ha sido por el buen momento de él”, dice Horacio Salaberry, zaguero central de ‘Papá’.
Blázquez está motivado. Sus hijas Avril Milagros y Pía y su esposa Laura Borojovic siempre le acompañan en la ‘Caldera del Sur’ en los partidos de local. Curiosamente, a sus amigos les contó que en su pulgar derecho tiene tatuado el nombre de Perla, su madre.
Uno de los temas que le apasiona hablar es de las Malvinas. Su padre Alberto vivió de cerca y por eso hay veces que busca lecturas sobre el tema o mira documentales.
Blázquez pensó dejar el fútbol antes de venir a jugar en Técnico Universitario, el 2012.
Una fractura de peroné lo animó a pensar en dejar el fútbol cuando estaba en Patronato. Sin embargo, decidió venir al país y en el equipo ambateño también jugó los 44 partidos.
El propósito de Blázquez es tratar de mantener en cero su arco ante Emelec. El ‘Bombillo’ será el rival de Aucas, el domingo, a las 12:00, por la fecha 11 del campeonato nacional.
Los jugadores de Aucas entrenaron en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda, en Chillogallo. No estuvieron todos los jugadores. Los juveniles Joao Rojas, Byron Castillo, Joel Montezuma y otros jugadores se entrenan en la Selección Sub 20 de Ecuador.
Ischia recién tendrá al grupo completo en la práctica del jueves. “Es un rival muy difícil, pero tenemos que entrenar con la mentalidad positiva”, dijo el lateral Robinson Guevara.
Emelec ha sido un rival muy difícil para el Aucas. El año pasado no le ganó en la ‘Caldera del Sur’. Empató los dos cotejos y en Guayaquil perdió en las dos visitas. “Lo mismo nos pasó con Independiente, pero ya le ganamos. Ojalá el domingo logremos sumar los tres puntos”, manifestó Ischia.
La directiva emprendió una campaña para que los hinchas acompañen en el juego ante el tricampeón. Confían en tener más de 10 000 aficionados en el juego del domingo.
El cálculo de Aucas es lograr los tres puntos para no distanciarse de los punteros. También, preparar el equipo para el segundo semestre que tendrá que enfrentar la Copa Sudamericana.