El golero argentino de Macará, Joaquín Pucheta, en una práctica en el complejo El Porvernir, en Tungurahua. Foto: cortesía de Macará
Eduardo Favaro, el entrenador uruguayo de Macará, acomodó para su uso una oficina en el complejo del club ubicado en el Porvenir, al sur de Ambato. El ‘Lolo’ está instalado en su despacho, en donde planifica a diario los trabajos y la campaña del cuadro celeste.
Él elogia el crecimiento que ha tenido el equipo ambateño en los últimos años. El DT llegó con un proyecto para impulsar la formación de jugadores de las canteras y sostener al equipo de Primera como protagonista en la LigaPro.
Con una libreta en mano, desde el primer día, ha empezado con la observación de jóvenes para que se entrenen con el grupo de Primera. Las tres canchas existentes, una del plantel principal y dos de juveniles, están en buen estado. Conos, cintas, chalecos, arcos, balones… Son nuevos. Además, el equipo está por estrenar una cuarta cancha en el recinto deportivo.
“Es un club con buena infraestructura. Hemos contratado ocho jugadores nuevos y trabajamos con la base del año pasado. El primer objetivo es avanzar en la Copa Sudamericana”, manifestó el DT.
Favaro llega con el reto de superar lo logrado por Paúl Vélez, el anterior técnico. El estratega cuencano puso a Macará en cuatro copas internacionales por primera vez en su historia. Tener un buen arranque de campeonato nacional LigaPro y superar a Emelec, en la fase 1 de la Sudamericana, es la meta inicial.
Pese a ello, la primera dificultad que el entrenador encontró fue el golpe económico que siente el equipo por la pandemia. El año pasado, antes del coronavirus, se estimaba que el club tendría un presupuesto de USD 6 millones.
Sin embargo, el cálculo se desbarató en el camino. La proyección era tener USD 600 000, solo por taquilla. Al jugarse el torneo sin público no hubo ese ingreso. También los auspiciantes recortaron los valores acordados al inicio de la temporada.
Según el dirigente Miller Salazar, hubo un impacto de un 40% en el presupuesto. Con esa realidad, el equipo apuntó por un DT no tan costoso como Favaro. Buscaron además acuerdos con la plantilla para revisar sus salarios.
La directiva aún no ha precisado el presupuesto de esta temporada. Según Salazar se hicieron muchos esfuerzos para contratar cuatro futbolistas nacionales, tres extranjeros y un nacionalizado. En la pretemporada, el rendimiento de los volantes Richard Calderón e Iván Frangoy Zambrano ha sorprendido al técnico.
El volante Marcos Mejía, de Técnico Universitario, en un entrenamiento en Quillanloma, al norte de Ambato. Foto: cortesía de Técnico Universitario
Los otros dos equipos de Tungurahua (Mushuc Runa y Técnico Universitario) también optaron por contratar jugadores con salarios bajos.
El ‘Rodillo’ no pudo retener a Stiven Tapiero, su figura en el 2020. Él fue vendido al Aucas y dicha transacción resultó un alivio para las lastimadas arcas financieras del Técnico.
Según Beto Jara, integrante de la Comisión de fútbol, Aucas pagó en efectivo (no reveló los montos) y eso sirvió para que Técnico pagara los sueldos atrasados y buscara refuerzos extranjeros.
Cinco jugadores nacionales, entre ellos el delantero Luis Congo y el experimentado Luis ‘Chucho’ Bolaños, son parte de la plantilla. También llegaron tres foráneos: Carlos Ibargüen, Nicolás Palacios y Julian Buitrago. Curiosamente, este último no convence al entrenador y su continuidad está en duda para el torneo.
¿Cuál es el objetivo del ‘Rodillo’? “Queremos llegar a un torneo internacional. Estuvimos tan cerca el año pasado. Seguiremos con un presupuesto bajo”, dijo el dirigente Jara.
La misma meta persigue el Mushuc Runa. Giovanni Cumbicus, el DT, tiene la misión de ir apostando por jóvenes indígenas que están en la cantera.
El ‘Ponchito’ mantendrá el presupuesto del año pasado que bordea los USD 3 millones para ser protagonista.