Con los pulsómetros, esos implementos que miden la cantidad de latidos del corazón, una persona puede controlar la intensidad de la práctica para que bajar de peso o ganar resistencia sea más fácil.
Generalmente, la cantidad de pulsaciones se mide en períodos de un minuto y para saber a qué intensidad practicar se debe conocer la frecuencia cardíaca máxima (FCM).
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Para obtenerla hay varias fórmulas, pero es usual hacerlo de la siguiente manera.
Para hombres, la FCM se obtiene al restar la edad de 220. Por ejemplo, si una persona tiene 30 años la FCM será de 190 latidos por minuto (220 – 30 = 190). Sin embargo, llegar a ese extremo del esfuerzo físico de 190 latidos está reservado para trabajos específicos y para personas con experiencia.
Juan Santamaría Almeida, experto en medicina deportiva, explica que esa cifra de 220 se utiliza en deportistas que se entrenan más de cinco veces por semana.
Para los atletas recreacionales, es decir aquellos que se ejercitan menos de cinco veces a la semana, el cálculo se realiza con 200. Es decir, la FCM de una persona de 30 años será de 170.
Para las mujeres los parámetros son un tanto diferentes y lo más recomendable es acudir con un experto para una valoración médica completa.
En todo caso, conocer la frecuencia cardíaca permite optimizar el entrenamiento y obtener mejores resultados. Así, para bajar de peso los expertos recomiendan ejercitarse a un 70% de la frecuencia cardíaca máxima.
En el caso anterior, el del aficionado de 30 años cuya frecuencia máxima es de 170, el 70% son 119 pulsaciones por minuto.
Santamaría, el especialista en medicina deportiva, explica que para bajar de peso se debe ciclear o correr en un nivel aeróbico leve, es decir manteniendo la frecuencia cardíaca entre el 60 y el 70% de la capacidad máxima, durante al menos 50 minutos.
Montar la bicicleta por encima de ese porcentaje, hasta el 80 %, permite ganar resistencia. Santamaría añade que un pulsómetro, independientemente de la marca, es una “inversión en salud”. En las tiendas especializadas se encuentran estos implementos desde los USD 50. Los más avanzados llegan a costar USD 500.
Tiendas como Polar, Cikla, Marathon, entre otras, ofertan estos implementos. Los más usuales son los que vienen con una banda que se coloca en el pecho y las valoraciones se registran en un aparato de pulsera similar a un reloj.
Ahora también se ofertan bandas que se sincronizan con un teléfono ‘inteligente’ y se obtienen los mismos registros. Hay además implementos para medir la frecuencia cardíaca al ir al gimnasio, al correr, al pedalear, nadar…
Martín Sáenz, un experimentado en las largas distancias, lleva siempre uno de estos dispositivos. El pulsómetro que él tiene le permite registrar la altimetría, la cantidad de calorías, las distancias y otra información que luego descarga en su computadora. De esa manera, él lleva un registro de sus entrenamientos desde hace seis años.
Aunque no es tan efectivo, también se puede tomar el pulso de manera manual. Es habitual observar a corredores, ciclistas y nadadores ubicar sus dedos en el cuello. Lo hacen para contar las pulsaciones a la altura de la yugular. Para conocer de esa manera el número de pulsaciones se debe contarlas durante un lapso de 15 segundos. Luego, el resultado se multiplica por cuatro (un minuto). Esto hay que hacerlo con frecuencia.