El entrenador Paulo Massa en 1999 cuando dirigió a Espoli. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Cuando perdía un partido o tenía la ‘cabeza caliente’ hablaba en un ‘portuñol’ inentendible. Si ganaba se dejaba entender correctamente en español. Eran dos de las facetas del técnico brasileño Paulo Massa, quien falleció anteanoche en Río de Janeiro a los 76 años.
Llegó al país en 1995, para vincularse a El Nacional. Pero se quedó más tiempo y dirigió a los otros tres equipos grandes del país: Liga de Quito, Barcelona y Emelec. También tuvo un paso por Espoli, en la Serie A del fútbol ecuatoriano.
Quienes lo conocieron dicen que era una persona carismática, temperamental y disciplinada. “Con toda sinceridad, puedo decir que en Ecuador la gente me quiere y me trata mejor que en mi propio país, por eso pienso seriamente en quedarme”, decía a los periodistas, en los entrenamientos.
Su forma de ser llegó al jugador ecuatoriano, afirma Pedro Salvador, quien fue dirigido por el estratega en 1998, en Liga de Quito. Por ello -recalca- consiguió títulos.
Se refiere a los dos títulos que el estratega alcanzó en la Serie A (el Campeonato de 1996 con El Nacional y el de 1998 con Liga). Con ambos planteles saboreó la gloria en finales jugadas ante Emelec. Con este último plantel estableció una marca: se convirtió en el DT de un equipo que impuso una goleada abultada (7-0) en un partido por el título.
El preparador físico César Benalcázar trabajó con el DT en 1996 y se hizo su amigo. Dice que era “un caballero en todo el sentido de la palabra”.
A los jugadores atrapaba con su discurso y sus bromas. Salvador recuerda que el entrenador siempre acertaba en los marcadores de los partidos.
“El día previo a la final contra Emelec me dijo que me tranquilizara. Me repitió que Liga ganaría 5-0. Finalmente ganamos 7-0. Pero me dijo que eso ocurrió porque no quiso sacar de la cancha al ‘Tanque Hurtado, quien marcó dos tantos”.
El estratega, nacido en Curitiba, también dirigió una Selección preolímpica de Brasil. Le gustaba que sus dirigidos practicaran solo con el balón.