Independiente del Valle ganó su primera Copa Sudamericana en 2019. Lo hizo sin haber ganado un solo título nacional y con el antecedente que en el 2016 estuvo a punto de consagrarse ganador de la Copa Libertadores.
Luego de ganar la Copa Sudamericana, Independiente del Valle sumó su segundo trofeo de la competencia en el 2022, y la Recopa Sudamericana en 2023, demostrando que su estreno internacional no fue fruto de la causalidad, sino de un proyecto bien sustentando.
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Independiente y su primera estrella
El primer buen recuerdo de Independiente del Valle en un torneo continental se registró en la final de la Sudamericana jugada en Asunción, Paraguay, el 9 de noviembre, ante más de 46 mil espectadores, en su gran mayoría de Colón de Santa Fe.
El compromiso tuvo que ser suspendido por alrededor de una hora por la intensa lluvia que cayó sobre el terreno de juego, que quedó totalmente inundado y no permitió el normal desarrollo del juego.
Superados estos inconvenientes, Independiente se impuso por 3-1 con tantos de Luis Fernando León (27′), Jhon Sánchez (42′) y Cristian Dájome (96′).
El descuento para los argentinos lo marcó Emmanuel Olivera (88′). Solo sirvió para adornar el marcador final.
En el recuerdo queda el show en la previa con la inolvidable participación de la agrupación ‘Los Palmeras’ que emocionaron a los hinchas argentinos, pero que fue el preámbulo de la fiesta que sería total para el puñado de ecuatorianos presentes en la capital paraguaya.
Pablo Lavallén explicó la derrota
Pablo Lavallén tomó las riendas de Colón de Santa Fe el 7 de marzo de 2019. Fue el responsable de una histórica campaña para el modesto equipo del interior de Argentina.
En el camino a la final eliminó a River Plate de Uruguay, Deportivo Zulia de Venezuela, Deportivo Municipal de Perú, Argentinos Juniors de Argentina y Atlético Mineiro de Brasil.
Este miércoles 11 de diciembre de 2024, el sitio ‘Ataque Futbolero’ se hizo eco de una entrevista de Lavallén con el programa que se denomina ‘Te Dejo En Orsai’.
En un momento de la charla recordó lo vivido en la final con IDV y enumeró tres sucesos que inclinaron la balanza en favor de los del Valle.
“Me acuerdo de todo. Una lástima porque estaba dado todo para la épica, pero habían señales que todo venía cruzado“, dijo el entrenador que también dirigió en Honduras, Perú y Bolivia.
El primer hecho tiene que ver con la lesión de Rodrigo Aliendo. La molestia física se registró en la práctica previa en la que el delantero se quedó fuera del partido por un desgarro.
“Ya ese fue el primer paso en falso”, recordó.
El segundo suceso involucra a Luis Miguel Rodríguez, la figura del plantel en esa temporada. El ‘Pulga’ tuvo que ser infiltrado a minutos de saltar a la cancha por un esguince en uno de sus tobillos.
“Entro al vestuario y miro al ‘Pulga’ tirado en la camilla con una aguja en el tobillo. Le pregunto, ¿Qué pasó? Me dijo que se dobló el tobillo en una alfombra que había en la entrada”.
Pese a la advertencia del cuerpo médico de la indisposición del delantero para jugar, lo mando a la cancha, lo mantuvo los 90 minutos y falló un penal ante Jorge Pinos.
“Cuando nosotros salimos a la cancha se larga una tormenta. En cancha yo nunca vi nada igual”, indicó sobre el tercer acontecimiento que confabuló para que se queden con las manos vacías y no puedan dar la vuelta olímpica ante los miles de hinchas que viajaron a observar el juego.
San viernes