La piscina de Miraflores, en el centro norte de Quito, permanece cerrada desde el 27 de agosto del 2019. Foto: EL COMERCIO
El estado de salud de Isaac Abad aún es reservado. El nadador de la selección juvenil de Pichincha es uno de los afectados por una supuesta contaminación con químicos cuando se entrenaban en la piscina de Miraflores, a finales de agosto.
El deportista fue trasladado al Hospital Carlos Andrade Marín de emergencia. Desde entonces ha permanecido durante las últimas tres semanas en la Unidad de Cuidados Intensivas (UCI), donde los médicos han tratado de estabilizarlo.
Sin embargo, el deportista sufrió otras dolencias. Incluso fue sometido a estudios de imagen por unos supuestos dolores de cabeza. Recibió tratamiento con neurólogos. A pesar de ello, su estado es delicado.
Según confirmó la Concentración Deportiva de Pichincha, dueño del escenario donde se produjo el incidente, Abad será trasladado a un centro de salud en los Estados Unidos este lunes 16 de septiembre. Esto fue uno de los acuerdos que se lograron en la última reunión entre dirigentes de la CDP y los padres de familia de los nadadores de la piscina.
Por su parte, Mathías Walther y César Vinueza ya fueron dados de alta. Ambos están en sus hogares y deberán realizar terapias físicas. Selene Rosero permanece internada en el Hospital de niños Baca Ortiz, donde ya no tiene oxigeno asistido y respira por su cuenta. Su cuadro, que en los primeros días era el más crítico, ha mejorado.
El equipo de Pichincha, que se prepara para los Juegos de Menores en Cuenca, se entrena en la piscina de Jipijapa. Miraflores permanecerá cerrado hasta que culminen las investigaciones que emprendieron la Fiscalía y el departamento de criminalística de la Policía Nacional.