La gimnasta Simone Biles durante una práctica en Stuttgart, Alemania, el 4 de octubre del 2019. Foto: AFP
Ya es por derecho propio un referente del deporte mundial, pero Simone Biles dispone aún de varias competencias para inscribir su nombre de forma aún más indeleble en la historia de la gimnasia, en los Mundiales de Stuttgart (Alemania), donde saltará a la pista el sábado 5 de octubre del 2019.
Hace un año, en los Mundiales de Doha, Biles brilló en su gran regreso a la escena internacional después de un año sabático desde su excelsa participación en los Juegos Olímpicos de 2016, con cuatro oros (general, salto, suelo, equipos) y un bronce (viga equilibrio) .
En la capital del emirato, la pequeña estadounidense subió a todos los podios posibles -seis (cuatro veces al cajón más alto) -, lo que nadie había hecho desde que lo lograse Shushunova en 1987.
Además, se convirtió en la gimnasta más coronada de la historia en los Mundiales al destronar a otra leyenda, el bielorruso Vitaly Scherbo (14 contra 12).
Y eso que bien pudo haberse visto desestabilizada tras haber revelado a comienzos de 2018 ser una de las víctimas de Larry Nassar, antiguo médico del equipo femenino de gimnasia, en el origen de uno de los mayores escándalos de la historia del deporte estadounidense, condenado por centenares de agresiones sexuales cometidas durante dos décadas.
‘The Biles’
Pese a todo, la gimnasta tejana de 22 años no se ha acostado sobre sus laureles. Nada más lejos.
Ya en Doha dio su nombre a un salto inédito, llamado ‘The Biles’ para la posteridad: en gimnasia, lograr un elemento nunca antes realizado en una competición ‘grande’ es recompensado de ese modo.
En Stuttgart podría dar su nombre hasta a tres movimientos originales, en caso de ejecutarlos con éxito.
Uno en las barras asimétricas, pero sobre todo dos muy complejos, en suelo, un triple–doble, y un doble-doble en viga equilibrio.
“Dar mi nombre a un movimiento es muy estimulante (…). Y es realmente gratificante, porque es para siempre -las medallas también- pero es algo que queda porque soy yo la que lo logró la primera”, afirmó Biles esta semana.
Para tomar medida adecuada de la extrema dificultad que entrañan sus movimientos, hay que señalar que los elementos están clasificados desde clase A para los más fáciles, a clase I para los más complicados. Pero el triple-doble es tan difícil que el comité técnico de la Federación Internacional decidió crear un nivel más (J) . El doble-doble en viga equilibrio es evaluado como H.
¿Gimnasta con más medallas?
Fue pasado verano boreal en los Campeonatos de Estados Unidos cuando Biles deslumbró con esos dos nuevos movimientos.
Su triple-doble en suelo hizo que ella misma se mostrase ansiosa por ver la repetición en video. “No quería ser la última persona en verlo”, sonrió. Nunca antes una mujer lo había logrado. De repetirlo sobre la colchoneta alemana, sería ‘The Biles II’.
“Jamás hubiera pensado ser capaz de lograrlos en competición un día, pero Cécile y Laurent (sus entrenadores) me ayudaron mucho a creer en mí”, confiesa Biles.
En cuanto al palmarés, Biles tiene también todas las papeletas para superar sus límites.
Ya es la primera gimnasta cuádruple campeona del mundo en el concurso general (Uchimira lo es seis veces en hombres) , y no se vislumbra rival que pueda privarla de una quinta corona.
Y convertirse en la gimnasta con más medallas mundialistas está a su alcance: por el momento cuenta con 20. Solo tres menos que Scherbo (23 entre 1991 y 1996) .