Jelena Ostapenko ante la suiza Timea Bacsinszky en las semifinales del torneo de tenis de Roland Garros el 8 de junio del 2017. Foto: Gabriel Bouys/ AFP
La letona Jelena Ostapenko se regaló este 8 de junio, el día de su vigésimo cumpleaños, la primera final de Grand Slam de su carrera y el sábado luchará con la rumana Simona Halep por el título del Abierto de tenis de Francia.
Ostapenko, número 47 del ranking y entrenada por la española Anabel Medina, derrotó a la suiza Timea Bacsinzsky por 7-6 (7-4), 3-6 y 6-3 en las semifinales, mientras que Halep se deshizo después de la checa Karolina Pliskova por 6-4, 3-6 y 6-3.
“Creo que fue un bonito regalo de cumpleaños”, dijo Ostapenko, cerca de las lágrimas cuando la cancha central de Roland Garros le cantó el “cumpleaños feliz”. “Esta noche lo celebraré con mi familia y un par de amigos y mañana me prepararé para la final”, añadió la primera letona que alcanza una final de los cuatro grandes.
Ostapenko logró la victoria más importante de su carrera en dos horas y 25 minutos delante de miles de espectadores en la pista Philippe Chatrier. La letona, que en su única participación previa en Roland Garros había perdido en primera ronda, no ha ganado hasta el momento ningún título como profesional.
El último tenista que estrenó su palmarés en Roland Garros fue el brasileño Gustavo ‘Guga’ Kuerten. Lo hizo el 8 de junio de 1997, el día que nació Ostapenko en Riga. “Estoy muy feliz por poder celebrar así mi cumpleaños”, dijo Ostapenko, a la que no le tembló el pulso en su primer partido en la Philippe Chatrier, uno de los escenarios más impactantes del tenis. “No estaba nerviosa, simplemente quería disfrutar de las semifinales”.
La letona se convirtió en la tenista más joven en avanzar a una final de Grand Slam desde que la danesa Caroline Wozniacki llegara al duelo decisivo del US Open 2009 con 19 años. Con su victoria de hoy, Ostapenko se aseguró entrar por primera vez al ‘top 20’ del ranking de la WTA. Si gana la final, podría alcanzar el duodécimo puesto. Ostapenko fue fiel hoy a su tenis de pura potencia. Dueña de una derecha que de media va a más velocidad que la de muchos hombres -incluido el número uno del mundo, Andy Murray-, la pupila de Anabel Medina conectó hoy 50 golpes ganadores por 22 de su rival. Bien pudo ser Bacsinzsky la del cumpleaños feliz. La suiza, que hoy cumplía 28 años, abandonó la pista cancha con la cabeza agachada, aunque sin reproches. “Creo que no hay muchas razones por las que tenga que estar frustrada. En el primer set no he podido aprovechar las oportunidades y di todo hasta el final”, dijo la suiza, trigésimo primera del ranking y semifinalista en París hace dos años.
La otra semifinal vio a Halep tumbar a Pliskova, que se quedó a un suspiro de ascender al número uno del ranking. La checa habría desbancado a la alemana Angelique Kerber del techo de la clasificación con una victoria. Sin embargo, ahora es Halep la que tiene la posibilidad de suceder a Kerber en la cima del ranking.
Si la rumana de 25 años gana el sábado, alcanzará por primera vez en su carrera el número uno de la WTA. Lo que está claro es que la final coronará a una nueva campeona de Grand Slam. Halep ya jugó una final de un grande, hace tres años en París, pero perdió ante la rusa Maria Sharapova. “Estoy muy superfeliz de haber alcanzado mi segunda final en Roland Garros”, comentó la rumana. “Espero que pueda jugar mejor que en 2014 y ganar”.