El motocrós no es su única pasión; los campeones tienen otros oficios

Los campeones tienen otros oficios como empresarios turísticos, expertos en marketing. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO.

Los campeones tienen otros oficios como empresarios turísticos, expertos en marketing. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO.

Los campeones tienen otros oficios como empresarios turísticos, expertos en marketing. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO.

Guido Carrasco tiene 48 años e intenta sobresalir en las pistas del país. En la temporada 2018 terminó con dos títulos nacionales de motocrós, obtenidos en las categorías Open y más de 40 años.

Comparte el motociclismo con su profesión: es gerente de hostería Dos Chorreras en El Cajas. Cuando tiene competencias en otras provincias, encarga su negocio a sus familiares para no perderse su actividad deportiva.

Este año hubo seis válidas entre abril y noviembre: él compitió en Cuenca, Tumbaco, Santo Domingo de los Tsáchilas, Salcedo y La Troncal. Carrasco, quien practica motocrós desde los 14 años, fue campeón por tercer año seguido. Antes fue monarca nacional en 1993 y 1996.

El piloto está satisfecho porque Azuay sumó ocho títulos nacionales y mantuvo su hegemonía nacional. Él destaca el apoyo de la empresa privada para los pilotos locales. Cuenta que por motivos de estudios y por lesión, sus dos hijos dejaron de competir.

Así como Carrasco, Édison Pauta, de 38 años, es empresario turístico y motociclista apasionado. En las fechas de los torneos nacionales encarga el negocio y participa.

Tiene 20 años en el motociclismo y por primera vez logró un título nacional en esta temporada. Entre los rivales consta su hermano Tito Pauta (excampeón nacional), quien no compitió en dos válidas por encontrarse en Estados Unidos. “Yo también estuve allá, pero vine a competir y allí se marcó la diferencia”.

Él espera que su hijo de 12 años siga sus pasos, incluso ya le compró una moto.

En mujeres, una de las motociclistas azuayas que asumió en serio la práctica del deporte es Daniela Alemán, quien sumó su séptimo título nacional en la categoría Damas A. Ella, desde hace un año y medio, trabaja en el proyecto Crecer de la Prefectura del Azuay.

Alemán tiene un masterado en Administración de Empresas y es licenciada en Ciencias de la Educación Inicial. El proyecto en el que labora pretende contrarrestar la desnutrición infantil en la provincia. “Va de la mano con mi profesión”. Se vinculó a las motos por su padre, Fernando Alemán, quien también compite.

Andrés Benenaula, el motocrosista azuayo con más éxitos, fue este año campeón nacional en la categoría MX1.

El piloto de 27 años labora mediodía en las oficinas de Mr. Motorcycle, como jefe del departamento de comercialización. Tiene el título de Tecnólogo en Comercio Exterior.

Por las tardes se dedica a los entrenamientos. Benenaula no pudo competir este año en la categoría MX2A, en donde fue campeón nacional su coterráneo Nicolás Merchán.

En esa división pueden participar corredores de hasta 25 años, conforme a las nuevas reglas de la competencia.

Gabriela Abad quedó campeona nacional en la categoría Damas B pese a su ausencia de la primera válida del 2018. La clave fue ganar las cinco restantes. Es alumna del cuarto de básica del colegio Santa Ana. Llegó hace dos años al motocrós por invitación del técnico Felipe Merchán. “Quiero llegar lo más lejos posible”.

Andrés Feicán es alumno colegio Técnico Salesiano y su mejor éxito en la medalla de bronce en el Latinoamericano de Motocrós en México. Este año terminó como campeón nacional de la división de 85 cm3 MX. El piloto de 14 años quiere el próximo año obtener el título latinoamericano.

Este año, después de seis válidas, los restantes títulos se fueron a otras cinco provincias. Stuarth Averos y Alison Orna (Chimborazo), en 50 c3 A y B; Sebastián Ordóñez y Jasson Sánchez, en 65 c3 y 85 c3. Diego González (Cañar), Elvis Cevallos (Tunguragua) y Jacobo Moncayo (Santo Domingo de los Tsáchilas), en pit bikes, más de 45 y MX2B, en ese orden.

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