Con apenas 22 años y un futuro prometedor, Mateo Villagómez se convirtió en el primer ecuatoriano en ganar un título automovilístico en Europa. El tricolor hizo historia al levantar el título en el Campeonato de FFSA GT4 de Francia.
Después de 12 años de haberse iniciado con los vehículos, Villagómez llegó a una de las cumbres de su carrera y marcó un hito para el país. El corredor cruzó la meta en representación de la Escuela de Pilotos de la escudería Aston Martin y el equipo Racing Spirit of Leman.
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Luego de su triunfo, Mateo Villagómez conversó con EL COMERCIO y se refirió al triunfo, el cual aún no termina de asimilar.”Es muy significativo y representativo para el país. Estoy seguro que esto impactará y estoy orgulloso de poder generar eso“, señaló.
Más allá del campeonato, el piloto considera que aún no ha alcanzado su techo y sueña alto. Aunque dentro de los sueños intenta tener mesura, también es realista con respecto a sus capacidades y a lo que puede lograr.
Mateo Villagómez apunta a las 24 horas de LeMans
Tras haber conseguido el campeonato, el piloto ecuatoriano espera hacerse con más títulos, pero prefiere ir con calma. Para el 2025 apunta para subir de categoría hacia GP3 y tener participaciones a nivel continental.
Aunque señala que el sueño de todo piloto es llegar hacia la Fórmula 1, el cual permanece, este señala que su carrera se ha enrumbado hacia otras direcciones. Pese a ello, existe un gran objetivo que son las 24 horas de LeMans.
Dado al tipo de automóviles en los que se ha desempeñado y que son calificables para la carrera, Villagómez ha adquirido experiencia y está en la capacidad de fijarse, a corto plazo, el estar en el evento. De darse su arribo hacia LeMans, el tricolor estaría en una de las carreras de resistencia más importantes del mundo y con más de 100 años de historia.
“Estamos buscando el camino ideal, pero sin duda sería en una categoría más importante, podría ser dentro de los GT. Tras el Campeonato Nacional podríamos ir a buscar uno europeo, pero en algún auto superior (…) Creo que entre todos los escenarios que se pueden plantear del año que viene, el menos probable es que repita categoría. No me veo haciéndolo y creo que puedo hacer algo más grande“, agrega desde Francia, país en el que reside desde hace ya más de tres años.
Villagómez y la respuesta a un largo trajín
Su radicación en Europa y en el país galo obedece al desarrollo de su carrera y al haber podido dar un salto de calidad en esta. El piloto de origen quiteño dio el salto hacia el automovilismo europeo a los 19 años y se ha mantenido.
Tras iniciarse a los 10 años como un niño en el karting, en un lapso de nueve a vincularse a la escena profesional. La pista del kartódromo de la mitad del mundo, de a poco, se fue transformando en nuevos escenarios y cuando tuvo 17 años empezó a vincularse al automovilismo.
Cuando se dio cuenta con su familia lo que era su hobby podía tener resultados profesionales, todos tomaron acción. A los 19 se trasladó hacia el ‘Viejo Continente’ y encontró una oportunidad en la Fórmula 4.
A nivel de monoplazas se podía continuar el ascenso hacia la F1, el cual no se ha descartado, sin embargo, el fichar por Aston Martin devino en el momento que ahora lo encuentra a Villagómez. Le costó el cambio del tipo de automóvil debido a las diferentes condiciones que presenta cada uno, pero consiguió adaptarse.
Con aptitudes polivalentes dentro del automovilismo y una trayectoria desde la niñez, Mateo Villagómez le ha dado una nueva alegría deportiva al país. Los retos siguen pendientes, pero la edad y los resultados le favorecen e ilusionan dentro de un rubro en el que poco ha incursionado el Ecuador.