Los jugadores de Liga de Quito, durante uno de los entrenamientos en Pomasqui. Foto: Archivo / EL COMERCIO
En la práctica de ayer (15 de octubre del 2019), Pablo Repetto fue el primero en salir a la cancha. Esperaba a sus pupilos en la puerta de ingreso a la casa de concentración. Saludó con cada uno de sus jugadores y luego los reunió en el centro de la cancha.
Esta vez no conversaron de fútbol. Hicieron bromas sobre cómo salieron del complejo de Pomasqui el sábado pasado, esquivando manifestantes, policías y militares tras las protestas y el toque de queda.
Se rieron y se sacaron toda la tensión generada. Recién ayer se volvieron a juntar.
El lunes tuvieron libre, para que los pupilos pudieran visitar a sus familiares después de semanas intensas que vivió el país. Así por ejemplo, Andrés Chicaiza aprovechó para visitar a sus padres en Otavalo. Le preocupaba la situación de su ciudad después del levantamiento indígena.
“El fin de semana vivimos momentos de tensión, no solo nosotros sino todos. Está para te genera varias cosas positivas y negativas, en especial porque preparas un partido para un rival y resulta que debes cambiar y ajustar todo para otro rival”, dijo el técnico.
Pero en el complejo de Pomasqui todo volvió a la normalidad. Repetto y su cuerpo técnico aprovecharon la pausa de la LigaPro para planificar el juego de este domingo ante Delfín.
La única baja será la de Luis Ayala. El lateral zurdo acumuló su quinta tarjeta amarilla en la fecha pasada ante Independiente del Valle. Esta situación generó un reto para el entrenador uruguayo, quien deberá improvisar ante la falta de reemplazantes.
Liga no tiene otro lateral izquierdo de oficio tras la lesión del guayaquileño Christian Cruz. Entre las opciones están Édison Realpe y Édison Vega.
“Estamos viendo quién puede ser el sustituto de Ayala, tenemos dos posibilidades y una opción más. Son las de Vega y Realpe. Jacob Murillo también, pero sería un volante improvisado. Ha jugado con línea de tres pero no de cuatro”, dijo el técnico.
La buena nueva es que los hermanos Jhojan y Ánderson Julio están recuperados. Eso sí, serán evaluados en los próximos días para determinar si jugarán o no ante los cetáceos.
“Los dos Julio tuvieron una pausa larga y veremos si están físicamente en posibilidades de jugar”, advirtió el uruguayo, que desde ya asegura que el partido ante los manabitas será complicado.
Adolfo Muñoz también está listo para el juego del fin de semana. El mediocampista se recuperó de un desgarro muscular que no le dejó jugar los últimos partidos de su equipo en la LigaPro.
“La paralización nos hizo bien porque permitió que varios jugadores nos recuperáramos. Tuve un desgarro y tomó un tiempo en mejorar. Ya pienso en Delfín y el reto de Copa Ecuador”, dijo Muñoz.
El estratega charrúa también recuperará a uno de los centrales estelares. Franklin Guerra ya cumplió con la fecha de suspensión tras ser expulsado por doble tarjeta amarilla ante Mushuc Runa. Es decir, para el juego ante los cetáceos, habrá equipo estelar completo.
Para la ‘U’, el duelo del domingo será clave en sus aspiraciones de clasificar a los ‘playoffs’. Con 45 puntos en la tabla de posiciones, los albos necesitan apenas un empate para avanzar de fase, a falta de tres cotejos (Delfín, Deportivo Cuenca y Fuerza Amarilla) en la temporada regular.
El único ausente en la práctica de ayer fue Leonel Nazareno. El golero se entrena desde hace dos semanas con el equipo de Reserva, que es comandado por Christian ‘Camello’ Gómez.
La dirigencia anunciará en los próximos días el precio de las entradas para este cotejo.