Respeto a los demás y procuro que las decisiones que tomo sean correctas. Para mí la libertad es disfrutar de la vida sin tener apegos a nada ni a nadie.
Siento que soy libre porque puedo tomar una maleta para ir a la montaña o quedarme y pasar una tarde en compañía de alguna persona que sea de mi agrado, es mi elección.
Considero que en el hogar no se debe perder el respeto y la privacidad a la que cada persona tiene derecho. En el matrimonio la pareja debe respetar el espacio del otro. Para mí se puede amar sin necesidad de sentirse dueño de la otra persona. Lo fundamental es actuar con honestidad y no lastimar a nadie. Tomando en cuenta que si hay un conflicto hay que dar la libertad para que cada uno decida qué hacer.
Siempre hay que hacer lo que se debe y no lo que se quiere. Esa para mí es la diferencia entre la libertad y el libertinaje que en ocasiones tiende a confundirse.
Con los hijos hay que platicar, darles apoyo y no truncarles los sueños. La libertad hay que asumirla con responsabilidad.