El Medellín del DT Octavio Zambrano es subcampeón del fútbol de Colombia

El técnico del Independiente Medellin, el ecuatoriano Octavio Zambrano, festeja un gol de su club ante el Atlético Junior en el Atanasio Girardot el 16 de diciembre del 2018. Foto: Joaquín Sarmiento/ / AFP

El técnico del Independiente Medellin, el ecuatoriano Octavio Zambrano, festeja un gol de su club ante el Atlético Junior en el Atanasio Girardot el 16 de diciembre del 2018. Foto: Joaquín Sarmiento/ / AFP

El técnico del Independiente Medellin, el ecuatoriano Octavio Zambrano, festeja un gol de su club ante el Atlético Junior en el Atanasio Girardot el 16 de diciembre del 2018. Foto: Joaquín Sarmiento/ / AFP

Junior obtuvo su octava estrella en el fútbol de Colombia pese a caer 3-1 con el Independiente Medellín en la final del Clausura cafetero. La ventaja 4-1 obtenida en la ida en Barranquilla bastó para terminar una sequía de siete años.

Los dirigidos por el colombo-uruguayo Julio Comesaña, que a mitad de semana perdieron la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Paranaense de Brasil, sufrieron más de la cuenta en el estadio Atanasio Girardot de la ciudad de Medellín (noroeste) .

Pero finalmente lograron defender la ventaja obtenida hace una semana en su estadio para registrar un 4-3 en el global a su favor. “ Fuimos mejores de principio a fin ” , dijo Teófilo Gutiérrez, baluarte de los rojiblancos y quien se coronó campeón por primera vez en Colombia.

El cuadro del ecuatoriano Octavio Zambrano los hizo temblar gracias a un partido heroico del atacante Leonardo Castro, que anotó doblete en los minutos 44 y 55, y una anotación del goleador argentino Germán Cano, en el 79. Por los visitantes descontó Yony González en un contragolpe (70) .

Con el título, los rojiblancos rompieron una sequía de siete años sin alzarse campeones. La última vez fue en el Clausura del 2011. Ahora, tanto Junior como Medellín disputarán la Copa Libertadores 2019.

Lo que parecía un partido de trámite ante la ventaja cosechada en Barranquilla se convirtió en tormento para el Junior y en luz de esperanza para el Medellín.


Poca recompensa

Aprovechando el golpe anímico por la pérdida de la Sudamericana, los locales empujaron desde el pitazo inicial. El Medellín fue un huracán, una amenaza en los aires a la que le costó pisar tierra.

Y se le dificultó hacer daño, como las tormentas tropicales, porque por momentos fue presa de la ansiedad al ver que los minutos pasaban y no vencía al uruguayo Sebastián Viera.

A las manos del portero y capitán tiburón para acallar los intentos del argentino Germán Cano y del voluntarioso Luis Fernando Caicedo por anotar, se sumaba la imprecisión de los anfitriones en el último cuarto de la cancha.

La actitud conservadora de los rojiblancos era un premio injusto ante la voluntad del Medellín para acortar ventaja. Pese a fallar con reiteración, los de Zambrano no cambiaron el libreto. Con Cano como estandarte del ataque, lograron irse a las duchas con la mínima ventaja tras un derechazo al ángulo de Leonardo Castro.

El gol sirvió de envión anímico para los rojos de Antioquia. En el segundo tiempo se repitió el libreto. El argentino y capitán Cano guió a los suyos, que otra vez se encontraron con la resistencia charrúa.


Susto innecesario

Como si fuera un déjà vu, la situación se apretó cuando Castro aprovechó un pase de cabeza de Cano y definió por encima de Viera. El 2-0 prendió los temores: en una semana Junior podría pasar de tocar dos títulos a perderlos.

Medellín siguió volcado al ataque y en un contragolpe, la única opción de riesgo hasta entonces para los visitantes, dio una muestra de autoridad. Yony González remató al borde del área, el balón pegó en el palo derecho del arco de David González y puso el 2-1 parcial. Restaban veinte minutos y el aire volvía a Barranquilla.

El viento que refrescaba a los tiburones duró poco. Cano, el goleador del campeonato con veinte dianas, aprovechó un rebote de Viera tras un disparo de Castro y puso el 3-1. El caluroso Atlántico debió registrar un clima más frío que Bogotá.

El 'poderoso' siguió insistiendo, pero su rival cerró filas. A Junior le bastó la ventaja conseguida en el estadio Metropolitano hace una semana para ganar su octava estrella. Aunque sufriendo, fue un premio justo para el equipo que a lo largo del semestre dio gala del fútbol más vistoso de la nación cafetera.

El Medellín, en tanto, tendrá que conformarse con competir el próximo año en la Libertadores, en la que también competirán Deportes Tolima y Atlético Nacional. 

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