Julio Cesar Rosero, ‘El Emperador. Foto: Ronald Ladines / EL COMERCIO
¿Es un error que la FEF cambie anualmente las reglas de los torneos?
Este año tenemos el torneo de Reserva, que de alguna manera intenta corregir las decisiones que se tomaron en años anteriores. Los chicos tienen espacios para jugar, además pueden bajar los jugadores del primer equipo, que se recuperan de lesiones.
¿Los dirigentes perjudicaron a jugadores jóvenes?
Son decisiones que las toma el Congreso, en ocasiones a través de personas que no presentan sus equipos en los partidos de las formativas. Por ejemplo, el Congreso dio a conocer que no se jugaron 160 partidos en inferiores el año pasado.
¿Considera que los clubes no le dan importancia a las formativas?
Lastimosamente las formativas no son rentables para algunos directivos, pero es ahí donde se deba hacer gestión con inversión propia y con auspiciantes. En un seminario de FIFA, en Argentina, coincidimos en que se debe apostar a los niños y jóvenes, para el desarrollo no solo del equipo, sino del fútbol de un país.
¿El torneo de Reserva ayuda en la formación del jugador?
Lo más importante de todo es que se le de continuidad a los chicos. Cada año se cambiaba la reglamentación del juvenil en cancha, dependiendo de las participaciones de las selecciones juveniles y se perdían camadas de jugadores interesantes.
¿Se perdieron?
El año pasado se perdió una camada importante del año 96, donde había jugadores de buenas condiciones que no tuvieron competencia y por eso Barcelona tuvo que crear una filial.
¿Cómo mejorar los campeonatos juveniles?
Es una inversión en la que los directivos deben apostar a gente especializada en formación, que no sea como ahora, donde los profesores deben tener hasta tres trabajos para poder subsistir. Solo así los países como Brasil y Argentina llegaron a ser formadores y exportadores de futbolistas.
¿La inversión se limita a entrenadores?
No solo en profesores, sino también en implementación y estructura, que permita desarrollar un buen trabajo. Además de la parte deportiva, se haga un proceso en la parte integral, humana…
¿Hay equipos que aplican esta metodología?
Independiente del Valle es un ejemplo en este tipo de trabajos; El Nacional cumplió con un proceso hace algunos años, ahora Barcelona busca crear algo similar. Esperemos que otros clubes se sumen, que se transformen en formadores y no en compradores de jugadores.
¿Qué es lo recomendable en el ascenso de jugadores a la primera, por reglamento o por capacidad?
Estoy convencido que los jugadores deben llegar por condiciones, calidad, entereza… Por reglamento vimos a jugadores nuevos, pero también se abrió una puerta de cosas negativas como las que vivimos ahora con la adulteración de documentos.
¿Se refiere a la adulteración de identidades?
Hubo gente que se aprovechó e hizo mucho dinero con jugadores que por condiciones económicas y formación social, tuvieron que aceptar cometer un ilícito. Lastimosamente nos afectó mucho a nivel internacional.
¿Cree que ya se tomaron correctivos en ese tema?
Se ha sancionado a lo más débil que es el jugador, pero hay gente metida en esto que hizo mucho dinero, empresarios que hicieron mal su trabajo. Sería bueno que se den nombres de los responsables yque el jugador no sea el único castigado.
¿Jugar con papeles adulterados también perjudica al jugador?
Cuando los chicos adulterados llegan a la mayor para jugar contra hombres de su edad real, no alcanzan el nivel que mostraban en juveniles. Eso le juega en contra, porque en la mayoría de los casos terminan desapareciendo.
La Sub 20 tuvo este problema. ¿Qué le merece?
Separaron a dos jugadores de última hora, es un tema que se tiene que seguir investigando. Lo bueno es que este ha sido un proceso largo con el profesor Javier Rodríguez, quien los conoce bien desde la Sub-15 y eso hace que encuentre recambios rápido y el equipo no se vea afectado.