Javier Rodríguez logró la clasificación de la Tri Sub 17 al Mundial de Brasil, que se jugará en septiembre. Será su cuarta experiencia mundialista. Foto: archivo / EL COMERCIO
Para Javier Rodríguez, el fútbol vale más que el dinero. Hace 23 años decidió abandonar su carrera como comerciante, que le generaba buenos réditos económicos, para dedicarse de lleno a su pasión de formación de deportistas.
Ahora ni siquiera recuerda cuánto dinero ganaba a diario. Este año dirigirá su cuarto Mundial juvenil, con la selección Sub 17 que se clasificó en el Sudamericano de Perú, disputado a inicios de este mes.
Durante los años 80 era propietario de un local de venta de mercadería en el puerto de Guayaquil, que le permitía costear sus gastos y financiar sus estudios universitarios. Para entonces había terminado su corto ciclo como futbolista.
Entre risas admite que le fue mejor en las ventas que en el fútbol. Como deportista actuó en la serie B, con Emelec y luego estuvo en clubes de Segunda Categoría; pero como vendedor, su local le dejaba un ingreso constante.
“En ese tiempo era bueno tener un local en el puerto, ya no recuerdo cuánto dinero ganaba”, dijo el estratega de 55 años, que paralelamente estudiaba en la Facultad de Educación Física de la Universidad de Guayaquil.
Dejó de jugar profesionalmente, pero actuaba como amateur en la selección universitaria. Allí lo dirigió Rémulo Sotomayor, quien lo invitó como ayudante a las formativas de Barcelona. Rodríguez pregona que el fútbol lo buscó.
Fue en 1996, cuando ingresó a Emelec, recomendado por Sotomayor, cuando decidió dejar su trabajo como comerciante. Su maestro lo contactó con las formativas eléctricas y empezó con las categorías Sub 12 y Sub 14.
“Aún le hago bromas al profesor Sotomayor, por culpa de él soy pobre, como comerciante tuviera plata. Pero no me arrepiento, porque llevo el fútbol por dentro”, dijo el estratega porteño, que clasificó a cuatro Mundiales Juveniles con Ecuador (Sub 20 en 2011 y 2017, y Sub 17 en el 2015 y 2019).
Humberto Pizarro, actual entrenador de Orense, ingresó a Emelec al mismo tiempo que Rodríguez, para dirigir la Sub 16, se hicieron amigos. Él destaca el crecimiento de su colega, sobre todo reconoce su dedicación al deporte.
“Su amor al fútbol es enorme, decidió dejar su negocio que era rentable y dirigir en formativas. Nos llegaron a deber entre dos y tres meses de sueldo, pero él estaba ahí, dedicado siempre. Sus éxitos de ahora son fruto de su trabajo”, ponderó Pizarro.
La facilidad de palabra, que desarrolló como vendedor, le sirve para trasladar su pasión a sus dirigidos. Durante su carrera, Rodríguez formó a deportistas como Cristhian Noboa, Edder Fuertes, Joao Plata, Junior Sornoza, José Francisco Cevallos Junior y otros.
Dice que su secreto está en su cercanía con los jugadores jugadores. “Para dirigir chicos, debes convertirte en un chico, entenderlos. Hay quienes dicen que soy estricto, pero es una coraza, con mis jugadores estoy en las buenas y malas”.
Rodríguez maneja un lenguaje claro, durante sus charlas técnicas y en las entrevistas. Es una de las cualidades que destaca su amigo Denis Dau Karam, director de la Ciudad Deportiva Carlos Pérez Perasso.
“Es exacto en su lenguaje, razón para que los jugadores comprendan lo que busca, en bien del equipo. Es un formador nato”, dijo el libanés, que radica en Guayaquil.
El entrenador porteño está feliz por su participación en la formación de nuevos talentos, sin embargo, reconoce que le agrada la idea de dirigir a un equipo profesional. Está entre sus objetivos a mediano plazo.
“Todo tiene sus etapas, no me sentiría mal si dirigiera a un club profesional”, dijo.
Pizarro cuenta que es una meta entendible. “Sería bueno que un club profesional lo contrate, se lo debe valorar porque su sacrificio le dio mucho al fútbol ecuatoriano”, dijo el DT de Orense.
Por otro lado, su récord mundialista hace que Dau ubique a Rodríguez entre los mejores estrategas del continente. Según su criterio, el DT debería formar parte del cuerpo técnico de la selección mayor.
Biografía. Nació en Guayaquil, el 7 de octubre de 1963. Tiene 55 años.
Como futbolista. Jugó con Emelec en la Serie B, luego en Estudiante del Guayas y Milagro Sporting, de la Segunda categoría.
Como entrenador. Dirigió a Barcelona y Emelec. En el 2005 llegó a la FEF y desde entonces logró la clasificación a cuatro Mundiales Juveniles.