Un opaco Leo Messi caminó la cancha del estadio Monumental de Guayaquil. Y en vez de los dribles del astro argentino del fútbol, el público vibró con los regates del ecuatoriano Gonzalo Plata. En las gradas los hinchas celebraron el empate 1-1 como una victoria. Plata tuvo incluso la oportunidad de anotar de cabeza.
La Tri dejó pinceladas de buen fútbol la tarde-noche de este martes 29 de marzo en el cierre de las Eliminatorias Sudamericanas.
El estadio vibró en el gol de penal en dos movimientos convertido por Enner Valencia en el agónico minuto 93. Entre saltos, abrazos y gritos eufóricos se festejó un tanto que le hizo justicia al trámite del juego y el empate para Ecuador.
La revisión de una mano en el video arbitraje (VAR) que terminó decretando el penal se celebró en las gradas como otro gol.
Messi, querido y odiado
La relación de la hinchada con el 10 argentino se vivió en el estadio de forma ambivalente. “Jódete Messi, aunque te amo”, le gritó un hincha desde el graderío de general sur.
Luis Lafuente, de 32 años y camiseta de Ecuador, gritó en un momento “vamos Messi”. Pero luego suspiro por una jugada fallida de Ecuador, una incursión por derecha del 10 ecuatoriano, Romario Ibarra.
“No todos los días tienes la oportunidad de ver jugar al mejor jugador del mundo. Aunque es verdad, hoy lució retraído y cabizbajo”, dijo Lafuente. “Pero es el efecto Messi el que llenó el estadio,. Ecuador jugó presionada por su propia hinchada”.
También reparó en los niños que acudieron a un Estadio donde es poco habitual verlos, lo que le atribuyó también a la presencia del jugador argentino. Los niños acudieron con sus familias incluso a la general sur, que habitualmente se suele considerar peligrosa. Se trata del graderío de la barra brava Sur Oscura, de Barcelona Sporting Club.
Edwin Cabrera se puso de acuerdo con un amigo para vestirse con una túnica blanca (thobe) y un turbante en la cabeza. Decenas de hinchas desafiaron el calor y usaron prendas alusivas al mundo árabe. Se trató de una forma de “gozar” anticipadamente de la presencia del cuadro ecuatoriano en el Mundial de Qatar 2022.
“Quería que Ecuador gane para sellar por lo alto la clasificación , pero me voy tranquilo con el buen funcionamiento del equipo”, dijo.
La ‘ola’ perdiendo
Incluso cuando Ecuador perdía, la hinchada no dejó de alentar en los momentos cruciales. Cuando el 9 argentino, Julián Álvarez, abrió el marcador en el primer tiempo, la hinchada respondió cantando más fuerte al ritmo de un bombo. “Vamos ecuatoriano, que está noche tenemos que ganar”.
Y en el segundo tiempo, con Ecuador aún perdiendo, todo lo estadio se entregó a una “ola” de saltos y brazos arriba, que convirtió a la concurrencia en una oleada amarilla.
El “si se puede” fue otro de los gritos de aliento. Al final, juegos artificiales con luces del tricolor nacional despidieron al combinado ecuatoriano. ¡La mejor de las suertes en el Mundial de Qatar!