La llegada del estratega argentino Luis Zubeldía a Guayaquil estuvo cargada de misterio. La dirigencia de Barcelona evitó que el técnico tuviera contacto con los periodistas luego de desembarcarse del avión que lo trajo desde Argentina y que arribó al aeropuerto José Joaquín de Olmedo a las 12:31, una hora después de lo previsto.
El carro Porsche negro 4×4 del directivo Álex Ripalda Santos, tercer director del club, entró directamente hasta uno de los hangares de la terminal aérea y recogió al entrenador inmediatamente después de pasar los filtros de migración y aduanas.
La intención de los directivos era que Zubeldía, de 30 años, realizara sus primeras declaraciones a los periodistas guayaquileños en la rueda de prensa que se había organizado en uno de los salones del Hotel Hilton Colón.
Y así fue. El nuevo entrenador de los canarios fue conducido directamente hasta ese lugar. Ahí almorzó con el presidente del club Antonio Noboa y el vicepresidente David Rodríguez. José Doumet, presidente de la Comisión de Fútbol, también estuvo presente en la reunión.
Ahí, según Zubeldía, conversaron sobre la importancia de integrar el trabajo de las divisiones formativas al del primer equipo.
“No sé trabajar sin las divisiones formativas. Creo mucho en los jugadores de las canteras”, declaró el adiestrador que firmó su contrato con los toreros hasta el 31 de diciembre del 2012.
El almuerzo con los directivos finalizó a las 15:00. Zubeldía, su asistente Maximiliano Cubero y el preparador físico Pablo Sánchez subieron a sus habitaciones a cambiarse. En menos de cinco minutos reemplazaron los sacos y las corbatas por camisetas negras con el escudo de Barcelona bordado por el extremo superior izquierdo del pecho.
Así entraron al salón donde se realizó la rueda de prensa y en el que lo esperaban cerca de 30 fotógrafos y camarógrafos que pugnaban por captar las primeras imágenes del técnico.
La presentación estuvo a cargo de Noboa. “Es un gusto tenerlo en Barcelona”, les dijo antes de entregarle el micrófono para que responda las interrogantes de más de 20 periodistas.
Zubeldía fue claro en su intervención. Dijo que impondrá disciplina dentro del grupo y “quienes no se adapten se irán o tendrán que dejar el equipo”.
Sobre posibles refuerzos aseguró que primero someterá a la plantilla a una evaluación física. Su primer paso como nuevo entrenador amarillo será hacer una “radiografía de cada futbolista” en el ámbito humano y luego en el futbolístico. “Los jugadores cómodos no encajan en nuestro plan de trabajo”, advirtió antes de dirigir su primera práctica en la cancha alterna del estadio Monumental.
Ahí fue presentado y conversó con los jugadores por más de 15 minutos en la cancha alterna. Sobre la continuidad de los jugadores extranjeros evitó hablar.