El campeonato argentino de primera división, ahora denominado Torneo Inicial, comenzará el viernes con algunos cambios en su formato y el atractivo del regreso del popular River Plate, tras su histórico descenso de una temporada.
Semanas después de la sorpresiva consagración del modesto Arsenal de Sarandí en el Torneo Clausura-2012, el certamen argentino se apresta a ingresar en un terreno renovado, que incluirá un campeón por semestre, y como variable, la consagración de un único
“supercampeón” al final de la temporada.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) determinó la realización de un Torneo Inicial, que se jugará del 3 de agosto al 9 de diciembre próximos, y un Torneo Final, entre el 10 de febrero y el 23 de junio de 2013, cuyos ganadores se enfrentarán en una
“superfinal”.
También habrá variantes en los descensos, pues se mantendrá la controvertida tabla de promedios que divide los puntos sumados por cada equipo en las últimas tres temporadas, pero a partir de este año habrá tres descensos directos, y se eliminará la promoción (repesca) entre equipos de primera y segunda.
Justamente, este sistema había sido el que determinó la histórica caída de River a segunda división, cuando los ‘millonarios’ perdieron en un doble duelo ante Belgrano de Córdoba.
Tras su traumático paso por la Primera B Nacional (segunda categoría), River vuelve a primera con la premisa de no repetir los errores que lo empujaron a un histórico retroceso, y ahora basará su estructura en el experimentado delantero franco-argentino David Trezeguet, con Matías Almeyda como entrenador.
Dentro de la paridad notoria de los últimos tiempos, no asoma un candidato certero para el título y, por el contrario, varios de los ‘grandes’ estarán obligados a hacer buenas campañas para no correr problemas con el descenso, incluido River.
La tabla de promedios encuentra a San Lorenzo y a Independiente como dos de los equipos de más bajo puntaje, y de hecho el ‘Ciclón’ viene de esquivar la caída a segunda en un angustioso repechaje, mientras que los ‘Diablos Rojos’ sumaron muchos refuerzos para cambiar el plantel casi por completo.
Boca Juniors, el único ‘grande’ a salvo de los promedios del descenso, no contará con su ídolo Juan Román Riquelme, que decidió abandonar el club tras la caída en la final de la Copa Libertadores de América ante Corinthians, lo que abrió un gran interrogante sobre las posibilidades del equipo dirigido por Julio Falcioni.
Por otro lado, los cambios dispuestos por la AFA parecen no afectar los desmanejos económicos de los clubes, fuertemente endeudados a pesar de haber realizado ventas millonarias durante años.
La situación ni siquiera tuvo remedio con la intervención del gobierno, que en 2009 se hizo cargo del programa Fútbol Para Todos, y se quedó con los derechos televisivos, para lo cual invirtió 4 000 millones de pesos (USD 870 millones) desde entonces, según una investigación del diario La Nación.
Además de verse obligado a vender sus ‘joyas’ a temprana edad, el fútbol argentino sufre otro mal endémico en el poderío alcanzado por los ‘barrabravas’ (hinchas violentos) , enquistados en todos los clubes, y sin que exista una firme decisión del Estado para combatirlos, con lo cual quedan expuestos en soledad los dirigentes que lucha contra ellos, como sucede con Javier Cantero, presidente de Independiente.
La presidenta Cristina Kirchner presentó esta semana un plan para impedir el ingreso de los ‘barrabravas’ en los estadios a través de un detector biométrico de datos.
Sin embargo, Kirchner admitió que “los problemas con algunos ‘grupitos’, más que con la violencia en el fútbol, tienen que ver con cosas que pasan fuera de la cancha y no dentro”.