Algo que muy pocos seguidores del Manchester City creían que podía ocurrir se hizo realidad ayer, cuando el jugador argentino Carlos Tévez regresó al club tras tres meses de ausencia sin autorización.
El delantero de 28 años era todo sonrisas al arribar al recinto del City, al que ayudará a alzarse con el título de campeón de la Premier League.
Tévez era esperado por gran cantidad de medios en el aeropuerto de Manchester a donde llegó procedente de Buenos Aires y se esperaba que se sometiera a un control médico para determinar su estado.
Se trató de un asombroso giro para Tévez, quien se fue del City hace tres meses convencido de que no regresaría jamás al club. El director técnico Roberto Mancini había dicho que el argentino había jugado su último partido para el club tras supuestamente haberse negado a salir al campo como sustituto en un partido de la Liga de Campeones contra el Bayern Múnich, en septiembre.
Con el paso del tiempo, el humor de Mancini se suavizó, con lo que aumentaron las posibilidades de regresar. También ayudó para este final que Tévez no haya logrado acuerdos con otros equipos de Europa.
El lunes, Tévez dijo a la televisión argentina que estaría listo para jugar en dos semanas y añadió: “Lo más importante para mí es regresar para ponerme en forma”. En la entrevista, sostuvo además: “Yo no creo que haya estado mal, pero si el club lo cree, pediré disculpas”.