Por faltar al encuentro frente al Manta del 28 de agosto, como una forma de protesta por los cuatro meses de salario que la directiva les adeuda, varios jugadores del Deportivo Quito fueron tildados de líderes negativos, cabecillas… Aquellas palabras las pronunció Fernando Mantilla, presidente del Deportivo Quito.
Después de llamarlos así y de negarse a firmar un convenio con Jorge Burgos, abogado de la Agremiación de Futbolistas del Ecuador, el Directorio del Quito, presidido por Mantilla, despidió a 10 jugadores. Sus argumentos: indisciplina, bajo rendimiento y porque “ellos no le agregaban valor al equipo”.
Así, Fabián Carini, Luis Checa e Isaac Mina fueron despedidos, (ellos no recibieron una notificación oficial) por supuesta indisciplina. Robert Flores, Omar Andrade, Daniel Mina, Javier Chila, Michel Castro, Giovanny Espinoza y Darío Bone en cambio salieron por bajo rendimiento. Pero esta decisión cambió abruptamente ayer. El directivo dijo que se llegó a un acuerdo y se retractó en su decisión.
Para el golero Carini y el volante Flores, los argumentos que utilizó Mantilla para emitir el comunicado de un despido a la Agremiación de Futbolistas del Ecuador (AFE) y en la página web del equipo fueron solo pretextos para deshacerse de ellos por “reclamar lo que nos corresponde frente a los medios de comunicación”.
Para Mantilla, en cambio, hablar de las deudas y la decisión de faltar al cotejo fue una forma de querer boicotear los intereses de la institución azulgrana. “Y eso no lo voy a permitir”, mencionó el pasado miércoles, tras confirmar la salida de esos 10 jugadores.
Por esto, los futbolistas afectados por esa medida, irrevocable según Wladimir Ortiz, gerente deportivo del Quito, acudían diariamente al complejo de Carcelén. Allí esperaron por una notificación por escrito de su despido. “Somos trabajadores como cualquier otro y merecemos que nos digan que estamos despedidos. Lo que sabemos es por lo que leemos y escuchamos en los medios”, confirmó el defensa Espinoza, exseleccionado nacional.
Además de escuchar en la radio sobre la decisión de Mantilla, Espinoza se enteró de esa noticia a través de una llamada telefónica que le hicieron sus familiares.
Pero la medida que tomó Mantilla, junto a otros directivos, en lugar de solucionar los problemas a la interna del equipo complicó más la situación. La decisión de los jugadores fue “si se va uno, nos vamos todos”. Esa frase la mencionó un futbolista que pidió mantener su nombre en reserva por temor a represalias.
Aquella medida la tomaron tras conocer que Mantilla decidió separar a los 10 jugadores sin el consentimiento del técnico argentino Rubén Darío Insúa. Este estratega tiene previsto volver a Quito el lunes, después de pasar unas vacaciones en Argentina.
Sobre la permanencia del DT en la institución quiteña, Mantilla aclaró que dependerá de cuál sea el deseo de Insúa, quien también reclama el pago de sus salarios atrasados. En días anteriores, el DT dijo que está cerca de pasar la noche en el parque La Carolina. Mantilla consideró aquella declaración como una exageración.
Los jugadores que continúan en el equipo respaldaron a los futbolistas separados. Ellos exigieron la permanencia de los 10 jugadores separados del equipo y el pago del 10% del salario de abril y la totalidad de mayo, junio, julio y agosto de esta temporada. En el equipo también hay jugadores que esperan por los tres meses vencidos de la temporada pasada.
El miércoles Mantilla aseguró que con la firma de un fideicomiso se reunirán los fondos suficientes para pagar los sueldos de los jugadores. El pago para estos futbolistas, anunció, se realizará a través de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
Sobre ese tema, Carini dijo que no tendrá problema en irse del plantel, siempre y cuando, la directiva le cancele la totalidad de su contrato.
¿Quién es?
Fernando Mantilla volvió a asumir la Presidencia de Deportivo Quito hace dos meses. Antes también estuvo al frente del conjunto chulla. Con él, en distintas áreas de la directiva, los chullas alcanzaron tres títulos locales.
¿Qué dijo?
El dirigente argumentó que los jugadores intentaron chantajearlo. Por esto, tomó la decisión de separarlos del club.
¿Qué hizo?
El miércoles, 4 de septiembre, Fernando Mantilla despidió a 10 jugadores del club azulgrana. Ayer, se retractó tras un diálogo con los futbolistas del plantel quiteño.