Mujeres sonriendo sin parar y tratando de acariciar una copa es la imagen que circula en las redes sociales desde la tarde de ayer. Esas jóvenes son las integrantes del Rocafuerte, el equipo campeón del primer Nacional Femenino de Fútbol.
Sobre sus cabellos húmedos, muestra del esfuerzo que hicieron ayer, les cae papel picado de colores. A los costados de esa postal, uno que otro aficionado intenta ser parte de la foto que recordará los inicios del fútbol femenino.
Las jugadoras del Rocafuerte, auspiciada por una cementera, celebraron la victoria 1-0 frente al Quito FC en el borde occidental de la cancha del estadio Olímpico Atahualpa. Después, subieron a la tarima para recibir sus medallas. No hubo promesas de un reconocimiento económico por parte de Luis Chiriboga, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Pero eso ahora no les interesa a las ganadoras. Hoy, les basta con saber que representarán al país en la Copa Libertadores, que empezará el 15 de octubre, en Brasil.
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“Por ahora, el trofeo es suficiente”, dijo Mariana Mejía, una aficionada del equipo guayaquileño.
Ella y tres personas más alentaron a las jugadoras en el encuentro definitorio, desde los graderíos de la tribuna. Pasadas las 11:00, unas 200 personas se deleitaron con ese juego. El resto de aficionados, la mayoría estudiantes de los colegios de Quito, abandonó el Olímpico Atahualpa después de observar el encuentro por el tercer lugar entre el 7 de Febrero; de Los Ríos, y Espuce, a pesar de las insistencia del animador del torneo.
“Señores inspectores, por favor, controlar que los estudiantes permanezcan en sus puestos”, insistió, sin obtener resultado, el comunicador del Ministerio del Deporte.
Entre el público que permaneció en los graderíos estuvieron también las jugadoras del club San Francisco. Las futbolistas llegaron para solidarizarse con Espuce y Quito FC. “Vamos chicas, presionen”, gritaron con insistencia.
Lo mismo hizo César Zambrano, técnico del equipo capitalino. Él guió a sus dirigidas desde el borde del área técnica. Desde ese sector, el ex-DT de la selección femenina de fútbol llamó la atención de sus jugadoras. Jamás dejó de alzar los brazos. Solo se lo vio pasivo al final, cuando fue a consolarlas.
La imagen opuesta se vio al costado norte de la cancha. Wendy Villón solo elevó su voz un par de veces. Dejó que sus jugadores se movieran con libertad, y así fue que llegó el gol al minuto 28 del segundo tiempo. Érika Chávez fue la autora del tanto que puso a saltar al cuerpo técnico.
Todo intento del Quito FC por dar la vuelta al marcador fue en vano, ya que Rocafuerte empezó a atacar con más fuerzas después de ese gol. Además, al equipo guayaquileño solo le bastaba un empate a 0-0 para gritar: ¡campeonas! La alegría y los saltos de la postal del recuerdo se trasladaron al camerino y posteriormente al Hotel Baltran, de donde partirán hoy al aeropuerto Mariscal Sucre.
El lunes volverán a los entrenamientos. El objetivo, según Ligia Moreira, capitana, es corregir falencias que se evidenciaron en el torneo. Quieren hacer un buen papel en Brasil, en donde esperan contar con una mejor organización. En la final, al inicio, no hubo pasabolas ni tampoco el tablero que anuncia los cambios.
Espuce se llevó el bronce
Con un marcador de 4-3, Espuce se llevó la victoria en el estadio Atahualpa al derrotar al 7 de Febrero, de Los Ríos. Ese partido dio inicio a la fiesta que se vivió en ese escenario por la clausura del primer Nacional Femenino de Fútbol.
Espuce se llevó la victoria tras mostrar un fútbol ordenado, a diferencia del rival, que optó por dar balonazos. Dos de los goles que anotó el 7 de Febrero se marcaron a través de tiros penales.
Tras conocerse al equipo ganador, las jugadoras de ambos equipos festejaron en los graderíos con la música de los Chaucha Kings.
También disfrutaron de esos temas José Cevallos, ministro del Deporte, y Luis Chiriboga. Ambos llegaron para premiar a las jugadoras. También aprovecharon, junto a Luis ‘Chino’ Gómez y Nicolás Asencio para degustar las tradicionales empanadas de morocho que se venden cada fin de semana de fútbol en el coloso de El Batán.