Conferencia de prensa Colo-Colo. Foto: Referencial
Colo-Colo esperaba recibir hoy, 9 de diciembre de 2015, la copa que lo consagra como el campeón de Chile, pero la ceremonia fue suspendida tras los graves incidentes del fin de semana que obligó a la suspensión del partido final del certamen.
La ceremonia “no revestía ninguna medida de seguridad. Lo de hoy no es serio”, dijo el Intendente de Santiago, Claudio Orrego, tras impedir el rito de celebración del campeonato de uno de los equipos de fútbol más populares del país “No nos podemos enterar por la prensa que las puertas estarán abiertas para los hinchas teniendo como contexto lo que ocurrió el pasado domingo”, dijo la autoridad, al rechazar el anuncio de dirigentes del club de que la copa de campeón se entregaría este miércoles en el Monumental de Santiago, el estadio del club.
Colo-Colo no pudo jugar el partido final ante el Santiago Wanderers luego de que el árbitro lo suspendiera porque barras-bravas invadieron el campo de juego del estadio Elías Figueroa del puerto de Valparaíso y se enfrentaran con todo lo que tenían a mano.
Los incidentes habían comenzado antes en la misma ciudad. A pesar de la suspensión, Colo-Colo igualmente se proclamó campeón luego de la derrota de su más cercano perseguidor, la Universidad Católica, que lo seguía a un punto.
Hasta ahora, se desconocen las fechas para la entrega del trofeo y también la del partido final. Autoridades del puerto de Valparaíso, a unos 120 kilómetros al noroeste de la capital, ya habían desestimado la propuesta de que el cotejo se reprogramara para este miércoles. “Tomé la decisión de que no se juega. Repito, el partido no se juega. Ya está tomada la decisión”, advirtió hace dos días el gobernador de Valparaíso, Omar Jara, por temor a nuevos desórdenes.