Brasil y España se miden mañana, desde las 14:00 de Ecuador, en el estadio Maracaná, en la final de la Copa Confederaciones. Como en ningún otro torneo, los dos equipos se enfrentan a una encrucijada, que va más allá de lo futbolístico y tiene que ver más con la cábala y con las coincidencias que suceden en el balompié.
La pregunta que se hacen en las dos concentraciones es ¿si gano la Confederaciones, podré luego ganar el Mundial del próximo año? Según la historia del torneo, que se juega desde 1995, ningún equipo que se ha proclamado vencedor de la Confederaciones, considerado un ensayo del Mundial, ha podido imponerse en la cita máxima del fútbol. Lo han intentado grandes selecciones como Argentina, Francia o el mismo Brasil, pero no han logrado superar lo que la prensa internacional ha considerado como la ‘Maldición de la Confederaciones’.
Hace pocos días, algunos medios como el diario brasileño O’ Globo y la BBC se refirieron a este supuesto maleficio. O’ Globo mencionó el tema con un titular que decía: ‘Ganar no siempre es un buen negocio’. Allí, se recordó que la llamada “maldición de la Copa Confederaciones“, parece alcanzar, sobre todo, a Brasil. El país ha conquistado tres veces el torneo con equipos que parecían invencibles… pero luego pasaron sin gloria por el Mundial. Argentina y México también entran en esta estadística.
“Estamos aquí para romper ese tabú. La Copa Confederaciones es un gran momento para comenzar con pie derecho la caminata al Mundial. Queremos ganar los dos”, resumió Jadson en una rueda de prensa en los días anteriores.
O’ Globo añadió que la mala suerte de la Copa no solo es exclusiva de las selecciones, sino que también alcanza a los futbolistas, sobre todo a los 10, en el caso de los combinados brasileños. Eso le sucedió a Ronaldinho Gaúcho y Kaká, claves en la consecución de las copas del 2005 y 2009, pero que luego deambularon en los mundiales de los años siguientes.
Ya en lo futbolístico, Brasil se motiva con la posibilidad de lograr el título. Para el astro Neymar, su objetivo particular es despedirse de la hinchada brasileña (desde mediados de año jugará en el Barcelona español), levantando una Copa ante su gente.
Pese a que el último duelo oficial entre España y Brasil ocurrió hace casi tres décadas -en el Mundial de México 1986-, Neymar conoce muy bien el poderío de varios de los adversarios que tendrá por delante.
En el 2011, el delantero recibió, según sus propias palabras, “una clase de fútbol” de su futuro equipo, el Barcelona, que goleó por 4-0 al Santos en la final del Mundial de Clubes. En aquel partido estaban varios de los principales jugadores de la Selección española en la Copa Confederaciones, entre ellos Gerard Piqué, Sergio Busquets, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Pedro y Cesc Fábregas. “Ahora es totalmente diferente. Es otra historia, otro momento.
En cambio, España permanece concentrada en Río de Janeiro. Con Roberto Soldado prácticamente descartado para la final por el edema muscular que sufre, la atención se centra en la evolución de Cesc Fábregas. Vicente del Bosque no lo forzó en semifinales con el deseo de que pueda ser titular en Maracaná.
Uruguay e Italia se miden por el premio consuelo
La Selección uruguaya parece haber dejado atrás la derrota sufrida ante Brasil (2-1) el miércoles por semifinales y se muestra con ánimo renovado para pelear por el tercer puesto de la Copa FIFA Confederaciones el domingo ante Italia. Así lo manifestaron ayer el delantero Luis Suárez y el defensa Diego Godín en conferencia de prensa en el Hotel Deville de Salvador, capital del estado de Bahía (noreste) , a la cual el equipo llegó el jueves por la noche.
En esta ciudad se jugará el partido por el tercer lugar entre la ‘Celeste’ y los ‘azzurri’ en el Arena Fonte Nova el domingo desde las 11:00 (hora de Ecuador).
La Selección ‘azzurra’ según Suárez ” es una de las mejores del mundo y lo demostró cuando estuvo a punto de ganarle a España, que es la mejor Selección de la actualidad y solo pudo ganar por penales (7-6 tras empatar 0-0 en los 90 minutos y en la prórroga) ” .
Según el ariete del Liverpool inglés, Uruguay cuenta con la ventaja de haber descansado un día más que su adversario.
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