Entre los puntos más bajos que dejó la Copa América a nivel organizativo está el robo a periodistas efectuados, evidentemente, por una banda organizada que actuaba con acreditaciones originales para entrar y salir de lugares exclusivos para los trabajadores de prensa. Los hechos se sucedieron en todas las sedes y todos con las mismas características.
Ayer, en la final, llamaron la atención los robos a fotógrafos, ya que entre los colegas que trabajaron detrás de los arcos se contaron numerosos y similares casos, en un lugar de acceso limitado y controlado por gente de seguridad.
A Hernán España, de Diario Popular, le robaron miles de dólares en equipos. “Cuando salió el equipo de Uruguay del vestuario para dar la vuelta olímpica fui sacarle la foto y en una milésima de segundo me llevaron el equipo (una cámara Nikon de 300 mm)”, relató. “Fui a contarle a un colega de EFE (Leonardo La Valle). Le dije ‘Che me robaron’. Y ahí él se dio cuenta que también le habían robado”.
“Se han robado en todos los partidos en todas las sedes. En estos últimos dos o tres años aumentaron muchísimo los robos. Que te roben en la calle es continuo, pero que te roben en un evento donde tenés que entrar con una acreditación.”, se quejó España. “En estos últimos seis, siete meses fue terrible. Tenemos identificadas tres ó cuatro personas que son colombianas. Las máquinas tienen número de serie. Acá no se pueden vender. Seguro las venden afuera.”
A Mauro Alfieri, fotógrafo de LA NACION, le robaron equipos a la salida del estadio Monumental. “Guardamos el auto en el estacionamiento del Tiro Federal. Salimos de la cancha, volvimos al estacionamiento, guardamos todo en el asiento de atrás. Fuimos para Udaondo y Libertador, y cuando estaba en el semáforo se nos para un auto que casi nos choca. Abren la puerta y enseguida la cierran, aceleran, pasan en rojo, y se van. Avanzamos 60 metros y nos dimos cuenta que teníamos la rueda trasera derecha pinchada. Me pongo a cambiar la rueda y aparece un chico de 20 años, que se hacía el discapacitado, y me distraje. Cuando llegué a casa me di cuenta de que nos sacaron las cámaras”, relata Alfieri. “La cubierta tenía un tajo, fue a propósito. Seguramente nos vinieron siguiendo desde el centro de prensa. Fue todo bien planeado y estamos hablando de una banda. Entramos con tantos equipos, compus (sic), lentes, cámaras. Nos están saqueando en todos lados. No es que las venden acá. Son cámaras profesionales, muy caras. Están esperando los eventos muy concurridos”, afirmó.
A Ronaldo Shchemidt, fotógrafo de AFP de México, le robaron en la platea de prensa de River. Otro fotógrafo, que prefirió no dar su nombre, fue más allá de la Copa América y señaló que en los viajes internacionales tiene divisados a tres personas que están siempre en los distintos eventos. “Me los cruzo en las salas de prensa de diferentes eventos, en distintos países, en los que estuve trabajando. Y sé que ellos roban equipos”, señaló.