Hernán Barcos se aprestaba a salir de la cancha de entrenamientos de Liga. Lucía un calentador plomo y sandalias. Caminaba lento hacia la casa de concentración en Pomasqui, cuando de pronto fue ‘emboscado’ por un grupo de nueve inquietos niños.
Los infantes forman parte del Centro Infantil Aprendiendo a Vivir de la Fundación Reina de Quito y padecen síndrome de down. Apenas reconocieron al goleador albo se lanzaron a sus brazos, lo besaron, le cantaron canciones de la Liga y se tomaron fotos con él.
Luego fue el turno de Carlos Luna, el otro delantero argentino del equipo, quien también recibió abrazos y besos de los niños. El ‘Chino’ correspondió las muestras de afecto con abrazos y sonrisas. “Se siente bien que estos pequeños nos muestren su cariño. A ellos hay que apoyarlos siempre”, dijo Barcos al salir de la cancha.
Luego salieron José Cevallos Jr., Néicer Reasco, Paúl Ambrosi… Ellos también se mostraron receptivos con los infantes.
El más contento de los niños era Andrés Velasco, de 8 años. De hecho, la presencia de todos los pequeños en el complejo obedecía a un sueño suyo: él es un apasionado hincha de la ‘U’ : tiene todas las camisetas de Liga, se sabe todas las canciones y reconoce a todos los jugadores.
El sueño de Andrés era conocer a los jugadores de Liga. Así les dijo un día a los reporteros del programa ‘En Contacto’ de Ecuavisa que elaboraron un reportaje en el centro educativo. Entonces, como relató Fabián Vicuña del mencionado canal, se hizo la gestión para que Velasco y sus compañeros fueran al complejo.
José Francisco Cevallos fue uno de los nexos para que los niños accedieran al entrenamiento, según dijo Vicuña. Ayer ‘Pepe Pancho’, colocó a los niños en la orilla de la cancha y entregó bebidas hidratantes a cada uno de ellos.
Los infantes ingresaron acompañados por una tutora y por Ana Carolina Vela, la reina de Quito. Ayer la soberana vestía camisa y pantalón blancos y apenas se cubría, del inusual frío de Pomasqui, con un delgado suéter gris.
Ella contó que en el Centro Infantil se trabaja con niños con síndrome de down desde los primeros meses de nacidos hasta los 10 años. “Tienen todo tipo de atención, desde motricidad, clases (sic). El objetivo del centro es que los niños puedan incorporarse luego a una escuela regular y que no sean señalados ”.
El pequeño Andrés tenía el pelo cortito, vestía pantalón deportivo y una gruesa chompa y dentro de ella una camiseta blanca de Liga. Antes de que la práctica llegase a su final se acercó al técnico Edgardo Bauza y lo saludó con un abrazo. “Hola ‘Patón’ ¿cómo estás?”. Los dos se sentaron en una de las bancas y platicaron.
Luego el técnico se levantó y con un grito llamó a Luis Bolaños. “Andrés te quiere conocer”, le dijo. El niño identificó al ‘Chucho’ y salió corriendo y gritando: “‘Chucho’…. Amigoooo”. El jugador lo miraba complacido. Era una escena feliz. Andrés estaba emocionado.