Unos 2 700 efectivos de las Fuerzas Armadas y la Policía Militarizada de Brasil ocuparon ayer, sin que se registraran incidentes, el conjunto de favelas Maré, ubicado en una zona estratégica de la ciudad sede de la final del Mundial de fútbol.
Los efectivos, entre los que se encuentran fusileros navales, paracaidistas, policías y soldados, permanecerán en las barriadas hasta el 31 de julio, dos semanas después de que termine la cita, el domingo 13.
Las tropas sustituirán a los agentes de batallones especiales de la Policía Militarizada que ingresaron el sábado pasado a las 15 comunidades que integran el complejo, emplazado entre las principales vías de la ciudad -Linha Vermelha, Linha Amarela y Avenida Brasil- y el aeropuerto internacional Tom Jobim (Galeão).
La ocupación busca garantizar la seguridad en la ciudad, que recibirá miles de visitantes a partir del 12 de junio, cuando comience el Mundial, e instalar Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en las barriadas.
Dichas unidades se enmarcan en el programa del Gobierno Provincial, que ha sido implantado en gran parte de las favelas cariocas con el objetivo de expulsar a las bandas de narcotraficantes que controlan las comunidades desde hace décadas y llevar servicios públicos y proyectos de urbanización.
En el momento, los agentes patrullan las calles y realizan abordajes selectivos de peatones y vehículos.
La intervención del Ejército fue solicitada al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff por el exgobernador de Río, Sergio Cabral, a raíz de una ola de atentados contra las UPP de favelas vecinas a Maré.