Mientras el Barcelona espera recuperar la mejor versión de Lionel Messi, el Real Madrid tiene la seguridad de seguir disfrutando del gran momento de Cristiano Ronaldo para el clásico de mañana, un nuevo duelo entre los dos mayores “cracks” del momento.
El Camp Nou presentará un sensacional aspecto para presenciar la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey (1-1 en la ida), en la que Messi y Cristiano Ronaldo volverán a acaparar buena parte de los focos.
El partido llega en un momento divergente para ambas estrellas: mientras Messi asumió un papel discreto en las últimas semanas, Cristiano Ronaldo mostró lo mejor de sí mismo para conquistar definitivamente a su hinchada.
Messi llega al partido con varias cuentas pendientes. Por ejemplo, el argentino no consiguió marcar al Real Madrid en los cuatro partidos de Copa que jugó ante los blancos.
Además, el nuevo clásico aparece en un momento en el que se le achaca parte de la culpa de la derrota 2-0 de la pasada semana ante el Milan, en un partido en el que el argentino no disparó ni una sola vez entre palos.
‘Al Barça le preocupa mejorar a Messi’, tituló hoy el diario El País, que reconoció que “los últimos partidos contra el Milan y el Sevilla no han sido precisamente los mejores del 10, seguramente falto de finura y precisión en el último pase y en el tiro, incluso a balón parado”.
Pero Messi sabe que tiene el favor incondicional de los suyos, como demostró hoy Jordi Roura, el técnico interino del Barcelona, al afirmar que “discutir la campaña de Leo está fuera de lugar”. “Leo es una persona muy competitiva. El partido ante el Real Madrid es importante y seguro que le hace ilusión. Sea cual sea el rival, siempre compite. No creo que por el hecho de que sea el Real Madrid esté más motivado”, añadió.
Y las cuentas pendientes del argentino no son sólo consigo mismo, sino con el rival. Porque mucho se habló de lo ocurrido al término del partido de ida. Según varios medios, Messi esperó en el parking del Santiago Bernabéu para insultar a Aitor Karanka, segundo técnico del Real Madrid, y Alvaro Arbeloa.
Al primero lo habría llamado “bobo” y al segundo lo habría acusado de ser un “muñeco de Mourinho”. Más tranquilo y confiado parece el Real Madrid con el rendimiento de Cristiano Ronaldo, quien marcó en las últimas cinco visitas al Camp Nou.
Muy atrás dejó el portugués aquella acusación de ser un jugador que desaparece en los partidos importantes, como demuestra la anterior estadística.
Además, el jugador se está esforzando en apartar esa imagen de jugador antipático que le acompañó desde su llegada a España y con frecuencia aparecen imágenes del futbolista posando con niños o firmando autógrafos con la mejor de sus sonrisas.
Este año lleva 15 goles, uno más que Messi, y en Madrid algunos medios abrieron el debate sobre quién es el mejor jugador del momento. Y en ambos equipos se mantiene la incógnita de ver quién acompañará en el ataque a las dos estrellas.
Mientras el Barcelona piensa en David Villa, en Madrid se especula con la opción de incluir al “resucitado” Ricardo Kaká.
El nuevo clásico propondrá el enésimo enfrentamiento entre Messi y Cristiano Ronaldo, quizá el duelo personal que se presenta más igualado de los últimos tiempos. Mientras Messi quiere recomponer el orden establecido en los últimos años, Cristiano Ronaldo desea añadir nuevos argumentos a quienes opinan que no está tan lejos del argentino como cuando éste ganó en enero su cuarto Balón de Oro consecutivo.