Marcelo Fleitas aún estaba transpirado. El sudor había traspasado la camiseta mangas cortas color naranja que ayer utilizó para dirigir la práctica de Emelec.
El sudor era incontenible. Quizás por los cerca de 35 grados centígrados que hubo la mañana de ayer, durante la práctica. Él había escuchado en los últimos días rumores sobre su supuesta salida del cuadro millonario.
Fleitas los desmintió ayer categóricamente. Lo hizo después del entrenamiento del cuadro azul en el complejo Los Samanes.
El adiestrador uruguayo-ecuatoriano entró raudo a la sala de prensa que el club ha improvisado en el comedor de la concentración. Mientras caminaba, con el dedo anular de su mano izquierda, le daba vuelta a un cordón negro que sostenía el pito que utiliza en los entrenamientos. Con la mano derecha, sostenía a su hijo Tiago, quien ayer lo acompañó.
El menor se detuvo a un costado del salón y Fleitas continuó caminando hasta sentarse junto a la mesa. Frente a él había más de 15 cámaras de televisión y cerca de 20 periodistas que querían hacerle una sola pregunta. ¿Es cierto que piensa renunciar cuando finalice la primera etapa? Se escuchó en el salón apenas Fleitas se sentó y tomó el micrófono para empezar a responder preguntas.
“Es mentira que vaya a renunciar. En el equipo hay armonía y contamos con el respaldo de la dirigencia”, continuó.
En ese escenario que tuvo que afrontar Fleitas apareció otra inquietud: ¿qué le pasó a Fernando Gaibor? Este no asistió ayer al entrenamiento debido a que tuvo que asistir a una consulta médica por un golpe en el ojo derecho que recibió durante el partido del domingo pasado contra el Manta.