Habla desde su experiencia como futbolista y entrenadora. Jugó 17 años en Ecuador, Costa Rica, Estados Unidos y Argentina. Durante 11 años integró la Selección Ecuatoriana femenina y participó en el Mundial que se desarrolló en 2015, en Canadá.
También ha sido coach y directora de proyectos en Estados Unidos, Argentina, México y Francia.
¿Ha mejorado el fútbol femenino en el país?
Creo que sí ha mejorado en el hecho de tener equipos en cada uno de los clubes del fútbol masculino. Algunos clubes tienen equipo de reserva; otros tienen formativas de la (sub)16 y (sub) 14 porque, obviamente, la Conmebol les exige tener un equipo femenino hasta la categoría (sub) 16. Y la Conmebol tiene el campeonato Evolution Sub-14.
¿La obligatoriedad impuesta por la Conmebol fue decisiva en esa mejoría?
Sí, yo creo que si no existiera la exigencia de la Conmebol y de la FIFA no existiría Sub-16 ni equipo femenino Mayor ni Super Liga. Porque en la cabeza tiene que haber personas que le den el valor y la importancia que el fútbol femenino se merece. Hablamos de que hay clubes que hace tres años empezaron a tener sus equipos (femeninos), y no se puede pretender que ya manejan absolutamente todo. Entonces, me pregunto, ¿quiénes están manejando el fútbol femenino?, ¿qué gestión se está haciendo?, ¿cuál es el trato hacia las jugadoras?
¿Qué falta en el país?
Es importante ver hacia dónde va la gestión, quiénes son las personas que están atrás de las niñas, por ejemplo, y sus procesos. Quiénes son las personas que están creando realmente una estructura en el fútbol femenino para que el campeonato sea consolidado y tenga una base y pueda genera más inversión, más recursos; y que las marcas y los ‘scouters’ (“cazatalentos”) puedan ver jugadoras y llevárselas al fútbol europeo y norteamericano.
¿Falta gente preparada en los niveles formativos?
Creo que hemos avanzado (como dije antes), pero al mismo tiempo sí hay una falencia grande y de hecho hablaba con una amiga acerca de que es importante escuchar cuáles son las necesidades verdaderas del fútbol femenino. Entonces, qué es lo que se está realmente haciendo a nivel formativo para que se construya una base para que luego las jugadoras que lleguen a una Sub-18, a una Reserva y a una (categoría) Mayor no tengan falencias técnicas, físicas y sepan de su cuerpo, de fisiología, cuándo parar.
¿Se requiere un entrenamiento específico?
Sé que hay una falencia grande en el país: no hay muchas personas capacitadas en fisiología de la mujer en el deporte. Y eso es una violencia simbólica, porque no se puede pretender que una persona que estuvo en el fútbol masculino, luego se le ponga simplemente a dirigir categorías de fútbol de mujeres sin entender realmente cómo es la fisiología del cuerpo de la mujer. Hay necesidades específicas en una deportista.
¿Cómo se pueden mejorar esos procesos en el país?
La clave es identificar personas que sean formadores y tengan las herramientas educativas, pedagógicas y socioculturales para, desde ahí, crear programas que sean a largo plazo, consolidados. Que tengan un modelo que se pueda construir a partir de la investigación realizada aquí. Y eso toma tiempo.
¿Aquí se puede vivir como jugadora profesional?
Es muy difícil porque los sueldos no alcanzan la cifra que una jugadora debería tener para solventar sus necesidades: arriendo, alimentación saludable.
¿El fútbol femenino debe vivir de entradas, derechos de TV?
Me parece interesante un modelo mixto: que haya un aporte de la empresa privada, fondos también públicos y, al mismo tiempo, de los propios equipos. Esto para que, de alguna manera, las chicas y los equipos tengan lo que realmente se merecen. No me parece justo que un equipo tenga mucho y otros pasen necesidades. Entonces, debería construirse algo equitativo.
¿Hay más interés del público en el fútbol femenino?
Sí (ha aumentado). Rescato que en octubre será la Libertadores Femenina en Ecuador. Y, al mismo tiempo, veo la necesidad de generar visibilidad; y creo que no ha existido mucho esa visibilidad para decir, por ejemplo, “aquí se jugará la Copa Libertadores de mujeres”. Además, hay más interés, pero aún hay padres que no permiten que sus hijas jueguen porque todavía no lo ven normal.
Hoja de vida
Tiene 33 años, de los cuales 17 los vivió como futbolista. Ganó un récord Guinness en 2019. Se ha preparado para gestionar la salud holística en el deporte y ha investigado la importancia de la fisiología en el deporte femenino.
Creó su propia marca, AMV, hace 10 años para acompañar en procesos a deportistas. Hay el ejemplo de federaciones de fútbol en varias partes del mundo que igualaron los sueldos a las jugadoras y, actualmente, les pagan lo mismo que a los hombres”.
Frases:
“Se debe conocer sobre los cuerpos de una persona; eso es darle la importancia que se necesita para crear programas pedagógicos e innovadores”.
“Hay países que proyectan a largo plazo e identifican a las y los mejores en procesos de formación sobre etapas sutiles de niñas y adolescentes”.