La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) esperará que regrese a Ecuador el presidente Luis Chiriboga para pronunciarse. El dirigente de encuentra de vacaciones en Estados Unidos, por lo que la presidencia del organismo está encargada al vicepresidente Carlos Villacís.
Hasta el momento solo se mantiene latente la advertencia que dio ayer Marcelo Espinoza Bermeo, auditor de la FEF. Él dijo que le sugerirá a los dirigentes del balompié nacional que el partido de eliminatorias entre Ecuador y Bolivia se juegue en Guayaquil y no en Quito, sede tradicional de la Tricolor en este torneo continental.
Este Diario se comunicó esta mañana con el secretario Francisco Acosta, pero se negó a hablar. Dijo que no habrá un pronunciamiento oficial hasta que no regrese Chiriboga al país. Su llegada está prevista para esta noche.
Rómulo Aguilar también se negó a hablar. Él confirmó que el pronunciamiento oficial de la FEF y las decisiones tomadas se harán públicas con la presencia de Chiriboga. “Hay una posición clara que es la que manifestó el economista Marcelo Espinoza, pero solo él y el secretario están autorizados para hablar.
Lo cierto es que la Ordenanza Municipal Regulatoria de Espectáculos Deportivos Masivos inquieta las máximas esferas de la Ecuafútbol. Esta disposición obliga a los dueños de los estadios de Quito (incluye a la Casa Blanca y Chillogallo), a enumerar todos los espacios para evitar la reventa de boletos.
El proyecto se empezó a analizar en marzo, pero se agilitó con la denuncia de la comunidad por la sobreventa de boletos en el partido Ecuador vs. Colombia, el pasado 10 de junio, en el estadio Atahualpa. Las imágenes que captaron las cámaras fotográficas y de televisión mostraron a gente parada bajo el marcador electrónico, un lugar que no se incluye en el aforo.