Luis Alfonso Chango, presidente vitalicio de Mushuc Runa, dedicó una rueda de prensa de más de una hora para dejar clara su postura sobre el impedimento que existe para utilizar el estadio en Echaleche.
Una de las últimas acciones que Luis Chango utilizó para seguir jugando en Echaleche, fue presentar una acción de protección en contra del Municipio de Ambato, que fue negada por un juez el pasado 1 de octubre de 2024, por lo que Mushuc Runa debe abandonar su casa definitivamente en lo que resta de la temporada.
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La municipalidad de Ambato argumenta que la construcción de Echaleche no respeta las normas técnicas que se exige para este tipo de edificaciones, además, no es un sitio seguro para acoger para los hinchas que acudan a ver un espectáculo deportivo.
El principal argumento se basa en que “técnicamente está mal construido (mingas) y sobre un río que cada día socavará el mismo”, por lo que no es seguro al momento de ser utilizado para un evento masivo.
El último partido de Mushuc Runa en Echaleche fue el 22 de mayo en la primera etapa de la Liga Pro.
El ‘Ponchito’ ganó 2-1 a Universidad Católica con tantos del uruguayo Jonathan dos Santos y el argentino Jonatan Bauman. La visita se había adelantado en el marcador Jhon Jairo Cifuente.
Luego alternó la localía entre el estadio Bellavista de Ambato y La Cocha de Latacunga, escenario en el que disputó juegos de la Liga Pro y Copa Ecuador, donde está clasificado a las semifinales para medirse ante Independiente del Valle.
Chango responde, muy a su estilo
Luis Chango aceptó la decisión del juez competente, pero mencionó que no la comparte y que buscará avanzar con su proyecto de entregarle al Mushuc Runa su propio estadio.
Mencionó que está en análisis si lo realizará en la propio provincia del Tungurahua, pero fuera del cantón Ambato, o migrar a la provincia de Cotopaxi, que le abrió las puertas una vez que Echaleche quedó inhabilitado.
Sin pelos en la legua y fiel a su estilo, Chango reconoció que para la construcción de Echaleche, que inició en 2012 y se concluyó en 2018, hubo varios incumplimientos, aspecto que no fue un impedimento para poner en pie la estructura que actualmente tiene capacidad para 8 200 espectadores.
“(…) Si me basaba en la ordenanza no hubiera construido el estadio, así de simple”, detalló el dirigente enérgicamente.
“No tenemos escritura, no tenemos permiso de construcción. Fuera de las ordenanzas de uso de suelo es que se hace la historia, ¿creen que los Incas, Atahualpa o Rumiñahui pedían permiso? No lo pedían a nadie”, complementó Chango.
Finalmente, ratificó que la construcción de un estadio será una realidad en los próximos años.
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