El fútbol hace feliz a 100 niños que luchan contra el cáncer. Forman parte del programa Fuga de Ángeles, de la Fundación Cecilia Rivadeneira.
Uno de ellos es Adrian, de 10 años. Él estudia en la Escuela República de Paraguay, en la capital, y fue por primera vez a la Casa Blanca en el 2006. Ese año, su padre Patricio lo llevó al escenario para observar a Liga y Emelec. Ambos recuerdan ese juego con felicidad porque compartieron buenos momentos.
Eso sí, con una sonrisa, Adrián confesó que se hizo hincha de LDU recién desde el 2008. Ocurrió cuando el club ganó la Libertadores. Entonces, fue la última vez que disfrutó en los graderíos con su padre. Al año siguiente, le diagnosticaron leucemia. Esta enfermedad lo alejó del estadio.
Cuando LDU logró la Sudamericana (2009), Adrián estaba hospitalizado y su papá buscaba recursos para financiar los tratamientos. El padre pasó tres años en busca de una mejor calidad de vida y halló a la Fundación.
Esta institución, que nació hace 10 años y fue creada por Wilson Merino, ayuda a que los chicos cumplan sus sueños y el estilo de vida de sus padres mejore. Así, desde hace tres años, utiliza al fútbol como terapia. Tiene escuelas de balompié para los hermanos de los pacientes y para niños con esta enfermedad.
El programa Fuga de Ángeles, consiste en sacar a los niños de los hospitales (a los que pueden) para cumplir actividades recreativas.
Hace un año la Fundación aprovecha el fútbol. Lleva a los chicos a los estadios para que conozcan a sus ídolos. La idea surgió por una investigación que reveló que al 60% de los pacientes les agrada este deporte.
El programa tiene éxito, dice Sofía Merino, de la agrupación. “Los indicadores demuestran que los niños que estuvieron en el programa cambian su actitud ante la enfermedad”. Recuerda que la Fundación cumplió el sueño de Paúl. “Él quería conocer el mar y lo llevamos a Salinas. Ahí estuvo Iván Hurtado”.
En el juego de las eliminatorias entre Ecuador y Colombia el año pasado, 22 niños saltaron a la cancha con los seleccionados. Hoy, 22 jóvenes saldrán a la cancha de la Casa Blanca con jugadores de LDU y Barcelona.