El Nacional es el equipo de fútbol de Ecuador que más jugadores ha vendido al extranjero. Doce futbolistas salieron de este club desde el 2005 hasta la presente fecha. Esto debió generar, aproximadamente, USD 10 millones para los puros criollos, como también es conocido este equipo quiteño.
Pero, en ese lapso de tiempo, El Nacional ha logrado buenos y malos negocios. El mejor de todos fue la venta de Antonio Valencia, hoy figura del Manchester United de Inglaterra. Sus derechos deportivos fueron transferidos en un 70% al club Villarreal, de España. Luego, con la futura venta al Wigan inglés, el equipo criollo debió ganar un estimado de USD 4,5 millones.
En el medio, Villarreal prestó al futbolista al Recreativo de Huelva, antes de la venta al Manchester United. Y, lo que generó esa transacción, debió sumarse al pago por derechos de formación y al mecanismo de solidaridad, ambos elementos reconocidos por la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Pero, efectivamente, ¿El Nacional recibió todo el dinero que le correspondía? Ex directivos como Néstor Landetta, aseguran que no. Según sus experiencias, al equipo ecuatoriano le faltó aplicarse en la recaudación del dinero.
El de Valencia es solo un ejemplo. Hay otro ejemplo, este sí de mala jugada. Édson Montaño fue figura con la Selección de fútbol de Ecuador Sub 20 en el Campeonato Sudamericana y en el Mundial que se dieron el año pasado. Bajo la presidencia de Ángel Sarzosa, este jugador quedó libre.
El entonces juvenil pedía USD 3 000 de salario y un taxi para que su papá pudiera trabajar. La directiva se negó a aceptar las condiciones del chico, cuyos derechos deportivos fue adquirido por un grupo de empresarios. Estos lo vendieron al KAA Gent, de Bélgica, en un monto nunca revelado. Pero, se estima que no fue menos de un millón de dólares.
El Nacional se ha caracterizado por formar y exportar talentos. Sin embargo, tuvo buenas y malas jugadas a la hora de exportarlos, como se expuso en estos dos ejemplos.