El argentino Jorge Habegger, ex seleccionador nacional de Bolivia y actual técnico de Liga de Loja, considera que no hay combinado favorito para ganar la Copa América que se inicia hoy en Argentina. “El título lo puede obtener cualquiera, incluido Ecuador”, sostiene.
¿Brasil y Argentina no son las selecciones favoritos?
Son países que pueden armar hasta tres selecciones y en ese sentido pueden estar más arriba, pero deberán demostrarlo en la cancha. Brasil y Ecuador juegan el próximo 13 de julio por la Copa América y allí la selección ecuatoriana tiene la oportunidad de demostrar que puede pelear ese primer nivel del fútbol internacional.
¿Cuánto puede pesar la historia?
Uno siempre pone en primer plano a selecciones que están conformadas por individualidades importantes, que tienen historia y antecedentes. Sin embargo, Chile ha crecido bastante, Perú trabaja muy bien con Sergio Markarián, Colombia con Hernán Gómez y Ecuador con Reinaldo Rueda, ustedes conocen ese trabajo. Uruguay tuvo una destacada participación en el último Mundial. Hay un nivel muy parejo, cualquiera le puede ganar a cualquiera. Es cierto, Argentina tiene la obligación de ganar la Copa América por ser país anfitrión, pero con la de selección de mayores no logra títulos desde hace muchos años y estará presionada. No hay favoritos y el título lo puede ganar cualquiera, incluido Ecuador.
Lionel Messi ha ganado todo este año con su club Barcelona. Pero no con la selección de su país. ¿Pudiera ser la Copa América su consagración?
Sí, pero no es una presión que se la debe adjudicar a Messi. Desde hace muchos años, sin Messi, Argentina tampoco ha logrado éxitos. Hay una riqueza individual con jugadores que actúan en el fútbol de primer nivel y ese es un plus; sin embargo, hay que demostrarlo en cada uno de los partidos. Una selección no es solo Messi, él puede marcar cierta diferencia, pero forma parte de un equipo y no se le puede cargar una bolsa de responsabilidad. Argentina jugará bien si lo hace en equipo.
¿Cuál es el análisis de fondo que hace de Ecuador?
A Ecuador lo veo en una línea muy cerca de Argentina y Brasil. Además hay otro hecho elocuente, el buen trabajo con las divisiones inferiores. Tienen constantes participaciones en mundiales, muestra de aquello son las clasificaciones de las selecciones Sub 17 y 20. Además hay un buen número de jugadores ecuatorianos que juegan y triunfan en el exterior. Un ejemplo es Antonio Valencia, aunque no el único. Él demuestra que un ecuatoriano puede insertarse en el primerísimo nivel del fútbol mundial. Al ver el partido Barcelona-Manchester me alegré ver a un ecuatoriano entre los 22 protagonistas.
Valencia y Felipe Caicedo sobresalen en el exterior. ¿Ellos pudieran marcar la diferencia en la Copa América y mejorar el nivel futbolístico de la selección nacional?
He visto casi todos los juegos amistosos y no hay que darle un parámetro de importancia a los resultados. Allí el entrenador definió cosas, vio jugadores, probó variantes tácticas. La prueba de fuego está en la Copa América y luego en las Eliminatorianas Sudamericanas.
¿Habrá novedades con relación a sistemas y estrategias?
No creo. El fútbol se ha vuelto muy físico, muy agresivo. En Argentina llama la atención como prevalece lo físico sobre lo técnico. El trabajo de los entrenadores es tratar de aportar en todo lo que uno pueda para potenciar lo individual y que se convierta en un fútbol mejor jugado, más ambicioso y ofensivo.
Los esquemas son demasiando defensivos
Está primando el no perder y eso hace que a veces se pierda el horizonte. Por eso estamos tomando como ejemplo España y Barcelona, porque son equipos que apuestan a jugar bien y ganar. Cada país tiene que respetar su identidad. Por su puesto que hay que pensar en defender, pero también hay generar un fútbol ambicioso, comprometido en lo individual y en lo táctico. De lo contrario vamos a ver cotejos que nos depriman.
¿Pensar en no perder afea el espectáculo?
Sí, porque se piensa más en la destrucción, en tratar de neutralizar al rival. El fútbol tiene que recuperar esa identidad del buen juego, porque eso se ha destacado de Sudamérica en el mundo.