En la ‘U’ los días transcurren con algo de ansiedad. Los partidos se ganan con agitación, los hinchas se exasperan porque el equipo se relaja en algunos pasajes de los cotejos y jugadores como Jaime Ayoví pasan del enojo a la felicidad.
En la recta final del Campeonato, los clubes se juegan la posibilidad de clasificarse a un torneo internacional del 2014 y también salvarse del descenso. Hay ansiedad entre jugadores e hinchas.
Liga no es la excepción. Los universitarios, con Edgardo Bauza en la recta final de un ciclo, luchan por rematar bien los partidos para volver, al menos, a una Copa.
A estas alturas del Campeonato, la alineación de LDU parece reconocible. Ante el Quevedo, Bauza solo prescindió de Norberto Araujo entre los que considera estelares. El capitán de los blancos sufrió una contractura muscular la víspera del cotejo y su puesto fue cubierto por el defensa Koob Hurtado.
Luis Bolaños y Gustavo Bou volvieron a jugar en el ataque por los costados. Ellos acompañaron en la ofensiva a Jaime Ayoví, quien actuó como centrodelantero.
La ‘Yoya’, que tiene la confianza del técnico Reinaldo Rueda para ir al Mundial de Brasil, evidenció más que nadie de la ‘U’ la ansiedad que afronta el equipo.
El delantero abrió el marcador a los 7 minutos, lo que trastocó la intención de los visitantes de bloquear el juego albo en el medio.
Liga se adueñó entonces de la posesión del balón, aunque pasó sustos con las incursiones de Tito Valencia y Carlos Espínola. Pero el ‘Chucho’ Bolaños marcó y, entonces, todo parecía resuelto para el conjunto universitario.
Atacaban los albos con Bolaños y Vera, el jugador que anunció su despedida del club en diciembre y que ayer tuvo un gran despliegue como carrilero derecho y, posteriormente, como volante central. En ese juego, las avanzadas de los ofensivos universitarios encontraron a Ayoví como punto final.
Sin embargo, el delantero no recibió bien el balón y los hinchas locales empezaron a morderse las uñas en un estadio abandonado en relación a anteriores cotejos (4 289 personas pagaron su boleto en la Casa Blanca).
‘Pepe’ Mora, DT del Quevedo, envió a la cancha a Armando Paredes, Tito Valencia y Jhon García, quienes generaron contraataques. Como réplica, Ayoví tuvo dos opciones de marcar y falló las dos. Los hinchas no lo perdonaron y empezaron a recriminarlo por sus errores.
La desesperación local aumentaba. Pero a un minuto del final, Ayoví se desahogó. Volvió a marcar, se puso un dedo entre los labios y lo mostró a los hinchas de la Muerte Blanca.
Luego de un minuto reaccionó. Juntó sus manos y pidió perdón a los aficionados. Antes de que se le consultara por sus gestos, el atacante se disculpó ante los hinchas.
Bauza lo defendió, aunque frunció el ceño al recordar que Ayoví acumuló cinco tarjetas amarillas por saltar una baranda y acercarse a los hinchas. Por esto, no jugará ante Barcelona.
El Quevedo está undécimo en la tabla acumulada del Campeonato. Es decir, está cerca del descenso a la Serie B.
Enrique Vera
El paraguayo se fue con aplausos de la cancha Enrique Vera, quien anunció que saldrá de Liga en diciembre, jugó como carrilero derecho y cumplió. En la posición que brilló con el equipo albo que conquistó la Libertadores, Vera marcó y se proyectó. Luego, jugó como volante de marca y fue reemplazado.
Armando Paredes
El volante no fue la solución en el Quevedo El ‘Travieso’ Armando Paredes ingresó en el minuto 72 para proyectar en ataque al Quevedo. Le faltó tiempo y no logró conectarse con los delanteros para generar peligro en el arco de ‘Dida’. Paredes ya no parece el jugador que hacia travesuras.