El Deportivo Quito no es un patrimonio exclusivo de los capitalinos. En la final jugada el sábado pasado se pudo evidenciar la presencia de muchos aficionados ‘chullas’ provenientes de varias ciudades, que vinieron a la capital ecuatoriana para vivir el partido.
La Plaza del Teatro fue el lugar de encuentro de varios hinchas que arribaron en caravana después del triunfo sobre Emelec, para celebrar la quinta corona obtenida por el cuadro azulgrana.
El sábado la afición vivió las celebraciones por el título hasta altas horas de la noche. Entre los seguidores ‘azulgranas’ se encontraban personas que llegaron desde varias provincias de la Sierra y de la Costa para ver campeón al equipo de sus amores.
En la tarima ubicada en la Plaza del Teatro el pasado sábado, una bandera del Deportivo Quito con un estampado de Chone recibía los aplausos del público presente en la tradicional plaza quiteña.
Rafael Cevallos era el portador de esa bandera. Este entusiasta del combinado azulgrana se siente ligado a la ciudad de Chone por su esposa, además de poseer una propiedad y un negocio en aquella ciudad.
Cevallos asegura viajar con frecuencia a la ciudad manabita y tiene un gran cariño por las personas que viven allí, por lo que le pareció justo hacer un homenaje al sitio y al equipo de sus amores.
“Que me perdone el Grecia (cuadro de Chone), pero mi corazón siempre ha estado con el Deportivo Quito desde que nací”, aseguró con emoción el quiteño de nacimiento, quien confirmó la existencia de seguidores de la ‘Academia’ en Chone.
Cevallos fue parte de un gran grupo de fanáticos que llevan los colores azul y grana, pese a vivir lejos de la capital ecuatoriana.
Muchos de ellos viajaron durante horas para festejar la consecución un nuevo campeonato.
Daniel Cazar ha seguido incondicionalmente al Deportivo Quito, pese a vivir en Guayaquil desde hace más de 10 años. El quiteño que ahora tiene 31 años sigue a la escuadra chulla desde que tiene 5. Él aprovechó una visita a la capital para ver el cotejo entre Deportivo Quito y Emelec.
“Estaba de viaje en Quito por motivos laborales y decidí contactar a unos parientes cercanos para comprar mi entrada para la final”, afirmó Cazar,
Este asegurador de profesión admite que sintió un poco de recelo al regresar a Guayaquil y decidió quitarse la camiseta para evitar incidentes.
“En el avión viajaban varios hinchas de Emelec, se respiraba un ambiente de despecho por la final perdida”, dijo con ironía este aficionado.