El premio al profesionalismo. Así se resume la campaña de Antonio Valencia en el Manchester United. Sus éxitos (dos finales europeas y nueve títulos) en ocho años (2009-2017) sostienen que es uno de los mejores futbolistas de la historia del Ecuador.
‘Toño’, a los 31 años, aún se sostiene en un fútbol competitivo, corriendo al mismo nivel que un adolescente. Ha sido calificado como el mejor del mundo en su puesto de lateral. Los ejemplos son contundentes (contabilizados hasta el 16 de marzo): 45 asistencias de gol, 10 908 pases acertados; 38,41 es el promedio de pases por partido; 8,41 en la Premier.
Él sigue preparándose -en lo físico, técnico y táctico- como si recién hubiera llegado a su primer club profesional. Mantiene el asombro a lo que pasa a su alrededor, pelea cada balón como si fuera el último.
Ojalá que esas actitudes se reflejen en futbolistas que juegan en los clubes ecuatorianos, en las distintas categorías. Que logren dimensionar que una preparación integral ayuda a sostener esta corta carrera. ‘Toño’ Valencia les ha dado un ejemplo de perseverancia, sin importar si el equipo es de primera o última categoría. Su mensaje también va para algunos dirigentes de clubes, los cuales aún no cambian el chip y tratan a los jugadores como si fueran mercancía.