Los futbolistas salieron a la cancha del Complejo a las 09:45. Foto: Alex Puruncajas / EL COMERCIO
Los jugadores de Deportivo Quito abandonaron el Complejo deportivo Ney Mancheno Velasco al mediodía de este 24 de febrero y prometieron volver al lugar a las 16:00 para entrenarse, algo que no realizaron durante la mañana.
El grupo debía entrenarse entre las 10:00 y las 12:00, pero no lo hizo por desacuerdos con la directiva, según trascendió entre los jugadores.
Los futbolistas salieron a la cancha del Complejo a las 09:45, pero después de una hora de diálogos con el entrenador Tabaré Silva y Freddy Mayorga, vocal del club, decidieron salir del campo de juego. Solo escucharon al técnico y al dirigente, pero no tocaron la pelota o realizaron algún ejercicio de entrenamiento.
La decisión de los futbolistas surgió luego de que Isaac Mina –capitán del equipo- anunció su renuncia a seguir en el plantel y de que el equipo anunció la contratación del defensa Juan Guerrón.
Mina, tricampeón del fútbol ecuatoriano con Deportivo Quito, aseguró que “mancharon su nombre”. Esto en referencia a que un dirigente (Santiago Mayorga) dijo en una entrevista a una radio local que Mina no “aceptó un cheque certificado”. Lo hizo en el mismo Complejo, lugar al que acudió para intentar finiquitar su contrato con el plantel azulgrana.
El zaguero insistió en que solo un grupo de jugadores recibieron el pago de sus salarios hasta el lunes, pero el resto no.
Ante la resolución de los futbolistas, intervino Freddy Mayorga. El directivo se reunió con los jugadores en el interior del Complejo y aseguró que no “existía paralización”. Él insistió en que no hablaría de aspectos económicos, pero posteriormente aseguró que el club tiene acuerdos de pago para cancelar salarios a los jugadores.
Tras este anuncio, los futbolistas empezaron a abandonar el Complejo deportivo. Algunos salieron en sus autos y otros en taxis. Ellos prometieron volver a entrenarse desde las 16:00.
Esta es la primera paralización del Quito en esta temporada. En los dos últimos años, los jugadores sí interrumpieron sus actividades en señal de protesta con los dirigentes ante la falta de pagos de los sueldos.