Marcelo Fleitas está acostumbrado a dejar marcas. No solo en los equipos de fútbol sino también en sus hinchadas.
Es líder. Tiene carácter y su garra se refleja, y se reproduce, en el caso de Emelec, en el campo de juego.
El estratega de los millonarios dirige hoy, a las 19:30 en el Monumental, su primer clásico del Astillero.
Como jugador, defendió tanto a Barcelona como a Emelec. Eso para él tiene un significado especial.
“Barcelona y Emelec ayudaron a consolidar mi carrera en Ecuador.Olmedo y el Deportivo Cuenca fueron mi proyección”, asegura el adiestrador de 38 años que hasta el año pasado fue el capitán de los azules.
Fleitas vive y siente los partidos en la zona técnica con la misma intensidad que los jugadores en la cancha. Dice que no puede evitarlo. Que es normal cuando se está“compenetrado con el equipo”.
En los clásicos no hay favoritos y Fleitas lo sabe perfectamente. No cree que Barcelona llegue a este partido en un mal momento a pesar de los últimos resultados en el campeonato.
Asegura que aquello es relativo si se considera “las jerarquías individuales de cada equipo”. Los azules no podrán contar hoy con Gabriel Achilier por expulsión. En su lugar alineará a Wilson Morante.
En Barcelona, entre tanto, no se recuperaron Máximo Banguera y Matías Oyola.
En Barcelona se nacionalizó
Fue una de las contrataciones exclusivas que pidió, en el 2003, el técnico Jorge Solari para Barcelona.
Al estratega argentino le impresionó desde su carácter y su garra en el campo de juego. El mediocampista Edwin Tenorio, su compañero en ese equipo, así lo confirma.
Recuerda que Marcelo Fleitas impuso su liderazgo desde que se integró al grupo. “La hinchada se fijó desde el primer momento en su entrega.
Por eso desde las gradas lo respaldaron en cada partido”, cuenta Tenorio.
Fricson George asegura que Fleitas cumplió un requisito determinante para que la hinchada canaria convierta al jugador en uno de sus ídolos.
Cuenta que la hinchada de Barcelona aplaude el sacrificio, pero puede liquidar con sus críticas a un futbolista que no rinde”, afirma con certeza George.
Barcelona marcó la identidad de Fleitas. Durante su paso por el cuadro torero, recibió la nacionalidad ecuatoriana. El primer partido como tricolor fue precisamente, y por coincidencia, ante Emelec el 11 de mayo del 2003.
Una semana antes, el presidente del club de esa época, Leonardo Bohrer, recibió la carta de naturalización firmada por el entonces presidente
Lucio Gutiérrez. “Yo guardo un cariño especial por los clásicos. Son partidos vibrantes. Los recuerdo también por los goles que marqué”, asegura el entrenador.
Uno de los que más recuerda se lo marcó con la camiseta azul. Fue el 13 de junio del 2010. Ese no fue cualquier triunfo. Les sirvió para ubicarse en el primer lugar de la tabla y encaminarse a la final del Campeonato. “Lo celebré con el alma porque fue un partido muy cerrado, como todos los clásicos”, relató.
Jugar en Guayaquil le resultó difícil. La experiencia le resultaba nueva en su paso por el fútbol ecuatoriano. Al principio le costó jugar debido a la humedad y al calor de la ciudad porteña. “Venía de Riobamba. Todos en la familia estábamos adaptados al frío”, manifiesta.
De los partidos en el Monumental, recuerda el ímpetu de la hinchada. Personalmente, revela que se sentía “empujado” por los seguidores desde las gradas cuando el equipo estaba perdiendo.
Eso ocurrió en la segunda etapa del torneo del 2003. Los canarios se encontraban empatando un partido que estaban perdiendo ante el Deportivo Quito. “El guayaquileño disfruta y siente mucho al fútbol. Hay más euforia”, analizó.
Emelec fortaleció su garra
Fue un retorno difícil. Sabía lo que le esperaba al regresar a Guayaquil para jugar precisamente en el archirrival del equipo en el que había estado 5 años atrás.
Pese a eso, asumió el reto. Aceptó la propuesta y enfrentó a la hinchada y sus cuestionamientos.
Marcelo Fleitas sabe lo difícil que es para cualquier jugador, ser ‘ídolo’ en Emelec y Barcelona. Él lo vivió porque jugó en los dos clubes. Con los canarios, en el 2003 y 2004, jugó y con los azules desde el 2009 hasta la temporada pasada.
El ‘Capi’, como los llaman sus ex compañeros y a quienes ahora dirige, tuvo un estigma hasta hace 3 años. La hinchada azul aseguraba que era barcelonista. No consentían el hecho de que un ex jugador torero vistiera la divisa azul. Desde las gradas le gritaban que regresara a Barcelona.
Ahora ya no recuerda todos los “adjetivos” –por no llamarlos insultos- que tuvo que escuchar desde el campo de juego en el 2009, cuando llegó desde el Deportivo Cuenca para reforzar a la defensa millonaria.
Fleitas empezó a sentir el rechazo de la hinchada eléctrica en Portoviejo (Manabí). Fue durante el primer partido del torneo del 2009, contra Liga de Portoviejo, en el estadio Reales Tamarindos.
Las críticas crecieron cuando al ex zaguero uruguayo de 38 años le tocó enfrentar al equipo que había defendido la temporada anterior.
Corrían 82 minutos del compromiso ante los morlacos, cuando el delantero Ismael Villalba le quitó la pelota cerca del área y marcó. “Estábamos ganando, pero ese error significó el empate. Por suerte en los adicionales Mariano Mina anotó el tanto del triunfo”, recordó.
Brayan Rodríguez, jugador actual de Macará, estuvo en esa ocasión en la banca de suplentes. Recuerda que tras el error, Fleitas cayó al suelo, pero sus compañeros se le acercaron “para brindarle su respaldo”.
Jimmy Bran fue su compañero en esa temporada. Cuenta que luego del partido, en el camerino, Fleitas agradeció el respaldo de sus compañeros y les dijo que jamás olvidaría aquel gesto.
Y así ha sido. El recuerdo de ese momento se mantiene intacto en la mente del estratega. La clave para ‘ganarse’ a la hinchada fue “mostrar mi jerarquía y enfrentar cada partido con carácter”, aseguró Fleitas.
En reconocimiento, ese año la Asociación Ecuatoriana de Radioemisoras (AER), núcleo de Guayas, lo designó Mejor Defensa del Año.
HOJA DE VIDA
Nació en Montevideo (Uruguay), el 13 de septiembre de 1973, pero creció en Argentina.
Además de Barcelona y Emelec, Fleitas jugó en Olmedo y Dep. Cuenca. Con el primero fue campeón.