La Policía quiere que la fiesta que la hinchada de Barcelona prepara para el próximo domingo en su estadio no se manche con actos vandálicos, como el ocurrido el pasado 19 de mayo, que terminó con un policía herido y 29 seguidores amarillos detenidos luego de un encuentro contra Macará.
Este miércoles, los jefes policiales de Guayaquil se reunieron con los dirigentes de las barras del conjunto torero para definir qué tipo de objetos serán permitidos ingresar al estadio y cómo actuarán los uniformados en caso de desmanes.
Patricio Pazmiño, jefe de la Policía de Guayaquil, indicó que 1070 agentes serán destinados al estadio, dentro y fuera.
Las puertas del escenario deportivo se abrirán el domingo desde las 08:00 para los hinchas. La Policía lo horá dos horas antes.
En la reunión los dirigentes de las barras acordaron no ingresar banderas con astas, ni rollos de papel que excedan los 20 metros de longitud. Esto último para evitar que el material sea arrojado a la cancha y pudiera lastimar a los jugadores o interferir en el cotejo.
Además de los gendarmes, el cotejo contra el Olmedo tendrá la presencia de 10 fiscales, acompañados cada uno de dos agentes de la Policía Judicial.
En lo que no hubo consenso, al menos temporalmente, fue en el ingreso de pirotecnia. Las barras adquirieron 1 500 pequeños explosivos que, según afirmaron, no contienen pólvora. Pese a su insistencia, el jefe de la Unidad Antiexplosivos de la Policía, Rodrigo Braganza, dijo que resultan un riesgo y se prohibirá su uso.
También se restringió el ingreso de extintores, de los usuales 10 a solo 4. Las barras llenan con gases tinturados los extintores para usarlos durante los encuentros.