Un acto de indisciplina hizo que la dirigencia sancionara a Fabio Renato de Azevedo. Entre los meses de abril y mayo de este año, dejó de jugar como titular. Por un mes estuvo en el equipo de reserva. Él siguió con las rutinas de entrenamientos.
La directiva lo culpó de, supuestamente, cometer actos de indisciplina (llegar tarde a los entrenamientos con olor a licor), algo que al delantero brasileño, uno de los goleadores de Liga de Loja con cinto tantos, nunca admitió.
A partir de ese instante, la vida del futbolista no fue la misma porque esa sanción lo hizo reflexionar. Pidió ayuda a la dirigencia. Así, ingresó al grupo católico Juan XXIII, en Loja. Esta organización realiza sesiones de reflexiones a través de la Biblia. Este grupo ayuda con terapias a personas con diferentes tipos de adicciones.
Fabio Renato aún continúa con la guía espiritual de este grupo católico. Él asegura que Dios le ha ayudado a superar sus problemas. Antes él era más extrovertido, hoy habla pausadamente de su pasado y presente.
Sus calidades deportivas volvieron a evidenciarse en la penúltima fecha, cuando Liga de Loja goleó 3-1 a El Nacional en el estadio Atahualpa. Las tres conquistas visitantes fueron de su autoría. Con ese marcador, la ‘U’ mantiene opciones de culminar primero en la etapa y clasificarse a la final del torneo y a las copas internacionales, por primera vez en su historia. Hoy recibe a Independiente (12:00), en Loja.
Este brasileño, de 32 años, llegó al país en el 2007 y debutó en el Brasilia de Quinindé (Esmeraldas). Su talento motivó para que fuera fichado por el lojano.
En el 2008 obtuvo su primer contrato con el equipo. Sin embargo, solo duró unos meses. Para el 2010, cuando Liga de Loja retornó a la Serie A, fue una de sus mejores contrataciones extranjeras, consolidándose hoy en el plantel titular del DT Paúl Vélez.
El estratega cuencano destaca su velocidad y dominio de pelota, lo que lo hacen “ uno de los delanteros más peligrosos para los sistemas defensivos locales”, como ya lo sufrió el cuadro criollo.
Estas características favorecieron para que consideraran levantar la suspensión. Además, el futbolista tiene un contrato firmado por dos años más.
El delantero exteriorizó que “Dios es quien obra en cada ser humano”. Él evita hablar de las terapias que recibe en el grupo religioso. Los integrantes de esta agrupación tampoco precisan. Solo resaltan los valores humanos del jugador.
Fabio es más positivo. Así lo ven sus compañeros. Él admite haber enmendado sus errores.
En cada una de sus expresiones su rostro se ilumina y aflora una sonrisa. A pesar de que su castellano no es tan fluido, comparte la experiencia que vive.
El apoyo del cuerpo técnico ha sido vital. Adicional, Fabio Renato elogia el respaldo que recibió de sus compañeros. “Esto me motivó para superarme”.
En cada entrenamiento, el equipo de Vélez luce como una familia. La disciplina es la bandera del equipo universitario.
Otra de las motivaciones de Fabio es su familia. Katiane Mathias de Mences, su esposa, gesta el séptimo mes de su segundo hijo. Él lo llamará Pedro Renato. El nombre de su retoño es en honor al padre de su esposa. Él está inquieto por conocerlo, pero revela que es un embarazo complicado.
Cuando habla de Katiane, dice que es “una mujer comprensiva”. Ella se ha convertido en otra de sus inspiraciones para mejorar su rendimiento profesional.
Estos procesos de cambio convirtieron a Fabio Renato en un jugador confiable y en aporte en la cancha, admitió el DT Vélez.
El resultado del partido frente al Independiente, que se juega hoy en el Reina del Cisne (12:00), demostrará que los débiles pueden llegar a ser grandes. Esta frase la comparte Fabio Renato.