La fortaleza de Barcelona para atacar estuvo principalmente por el lado derecho. Por esa vía llegaron las anotaciones claves que permitieron al cuadro canario asegurar su presencia en la final de torneo local y en las copas internacionales.
Los intérpretes han sido diversos. Por ejemplo, en la conquista de Frickson Erazo en un partido complicado ante Liga de Quito. La ‘U’ se imponía 2-1 y tras un centro de José Ayoví, el espigado zaguero igualó el marcador.
Ayoví ha sido clave en sus intervenciones por la banda derecha, lanzando centros. A esta tarea se sumó Miguel Ibarra. Roosevelt Oyola fue el principal centrador por el lado izquierdo, aunque Ayoví también buscó esas posibilidades desde este lado.
Otro de los tantos considerados clave también nació con otro centro al área elevado desde la derecha. Ayoví aprovechó un pase medido de Luis Caicedo, en una de las pocas oportunidades que desbordó como lateral. Fue en el triunfo 2-0 sobre Independiente del Valle, en Sangolquí.
El DT argentino Gustavo Costas contó con jugadores de mayor proyección, aparte de Ibarra, como Michael Jackson Quiñónez, Hólger Matamoros y el mismo Pablo Saucedo, quien, ante la carencia de laterales derechos de oficio, cumplió con ese rol. Pero, en el último partido, el de ayer, el encargado de correr por esa banda fue Bryan de la Torre.
El titular debió ser Ibarra, pero se lesionó. Este lateral quiteño fue una de las figuras en la goleada sobre Técnico Universitario en la fecha anterior. En aquel cotejo, los canarios arrollaron 3-0 a los ambateños y allí se marcó uno de los mejores goles de la primera etapa: Damián Díaz conectó una chilena, tras el desborde y la habilitación del jugador nacido en Nueva York (Estados Unidos).
Barcelona ha tenido complicaciones para anotar goles por el medio campo. ‘Kitu’ Díaz mostró talento, pero tuvo un semestre de altibajos. De hecho, esto motivó para que la directiva dudara hasta último momento su continuidad.
Quiñónez sufrió lesiones que le impidieron adueñarse del puesto de titular. Mientras que Matamoros alternó entre la suplencia y la titularidad. Con todas estas complicaciones ofensivas que padeció el equipo, Barcelona marcó 33 goles en las 22 fechas. Terminó con un gol favorable de +18.
El principal emblema ofensivo fue Narciso Mina, quien contribuyó con 13 tantos, sin embargo, al final, pesaron las conquistas de Erazo, Ayoví y Díaz para sostener el liderato del torneo.