Tuve la oportunidad de representar a Ecuador en el Sudamericano en Perú y gracias al trabajo logramos cumplir el objetivo de estar en el Mundial de Colombia. Esta fue una experiencia incomparable, ya que estar representando a todo un país es lo más gratificante para uno futbolista.
Ahora, depende de mi trabajo a diario en mi club para ser tomado en cuenta para la cita en Colombia, pero sobre todo entregarse al máximo en los entrenamientos y partidos en los que pueda actuar con mi club. Ser parte de este proceso me costó mucho, pero la responsabilidad de mantenerse en este nivel es más grande.
Esto implica mantenerse concentrado, respetar las normas del club, de la selección y sobre todo cuidarse uno mismo. Para de esta forma poder mantener un nivel aceptable, para que las personas y el país entero se encuentren orgullosos del trabajo de los jugadores que van estar en la cancha en cualquier competición nacional o internacional.