El estratega argentino Carlos Ischia pasó los primeros 15 minutos del encuentro con los brazos cruzados y tomando mucha agua. Pero después de ese tiempo empezó a gesticular con mayor intensidad.
Tras el gol de Fidel Martínez la tranquilidad que hasta ese momento había en la banca del Deportivo Quito desapareció. Ischia se sacó la gorra negra que cubría su pelada cabeza y apretó los puños para celebrar. Luego corrió hasta la banca de suplentes para festejar el tanto con sus asistentes y el resto de jugadores.
De ahí en adelante Ischia estuvo intranquilo. Por momentos incluso abandonó la zona técnica para dar instrucciones a sus dirigidos, lo que le significó varios llamados de atención del cuarto árbitro Miguel Hidalgo.
Cuando finalizó el partido la celebración por el triunfo fue similar. Cada uno de los jugadores suplentes se abrazaron con el estratega y sus colaboradores.
Por su parte, Marcelo Fleitas, técnico de Emelec, se retiró de la cancha y fue hacia el camerino apenas finalizó el compromiso.
Al ex jugador de los azules esta vez no le sirvió la cábala de cambiarse de camisa en el entretiempo. Cuando empezó el partido tenía puesta una negra, pero en el segundo tiempo la reemplazó por una blanca.
Su gusto por las cábalas lo demostró en el primer partido que dirigió en el estadio Capwell en el que derrotaron a un equipo alterno de Liga de Quito.
Fleitas, en la zona técnica, es sereno. Gesticula poco, pero cuando lo hace es enérgico. Prueba de ello fue cuando llamó la atención a su defensa por la desconcentración que originó el gol de Fidel Martínez.
El ex zaguero azul, con sus manos señalaba su cabeza, con lo que trataba de decirles a sus dirigidos que se mantengan concentrados. Pero lo hizo con gritos que incluso provocaron que su rostro se pusiera rojo.
Durante la rueda de prensa lució más calmado pese a que lamentó la derrota.