Se veía venir: los desmanes por el descenso de River Plate a la segunda división se hicieron realidad. NO parecieron ser suficientes los 2 200 efectivos de la Policía Federal. Las escenas eran de verdaderas batallas campales y en las que la ventaja parecían tener los ‘barras bravas’.
Ya hay 43 heridos, uno de gravedad, según confirmó Alberto Crescenti, titular del Sistema de Atención Médica de Emergencia.
Los hinchas enfurecidos destruyeron patrulleros y móviles de televisión. Incendiaron la confitería del Club, que en teoría estuvo bien custodiado. El estadio, en donde deberá jugarse la final de la Copa América, el 24 de julio próximo, quedó destruido. Según confirmó por Twitter Horacio Gennari, miembro del Comité Organizador, “se evaluarán arreglos y se trabajará 30 días por 24 horas si es necesario”. Y más temprano aclaró: “están diciendo que se suspendería el Monumental por un mes y no se jugaría la final. NO ES CIERTO LA FINAL SE JUEGA ALLI”.
En la avenida del Libertador, a 10 cuadros del estadio de River, los barras bravas saquearon farmacias y supermercados. Los que atendían allí estuvieron llorando mientras los clientes debieron salir corriendo. Los incidentes van sucediéndose a medida que avanzan los hinchas.
El museo y el local oficial de River Plate fueron destruidos. Hay 45 detenidos y 43 heridos hasta el momento. Los hinchas de Belgrano debieron esperar tres horas pra poder salir del estadio, soportando los tres grados de sensación térmica de un invierno que se pronostica será el más duro de la última década.