Ser mujer, en el deporte, es bastante duro. Pero también es un privilegio y un orgullo porque somos capaces de hacer todas las cosas que realizan también los hombres. En mi trayectoria deportiva no he sentido discriminación por ser mujer. Por el contrario, con el deporte nosotras demostramos que somos fuertes, veloces, capaces, inteligentes.
Como en cualquier campo de la vida, con dedicación se pueden alcanzar las metas. Por eso me entreno para competir en los Juegos Olímpicos de Londres.
Empecé en el deporte a los 9 años, en Orellana. En la actualidad me preparo en Quito y mi especialidad son los 200 metros velocidad.
Mi mejor registro es 23,40 segundos. Para las Olimpiadas me piden 23,30 y espero realizarlo pronto. Con el entrenamiento todo se puede y confío en alcanzar la marca en mis próximas carreras. La semana que viene viajaré a Cuba. Luego correré en un Sudamericano en Quito, entre el 31 de marzo y el 1 de abril. Si no consigo las marcas en estas pruebas, no me desespero. Todavía tengo algunos meses para lograrlo.