Los últimos minutos fueron vibrantes. Era un juego de ida y vuelta, en el que los equipos buscaban el gol.
El Deportivo Quito a través de su goleador Maximiliano Bevacqua, cuando faltaban cinco minutos para el final y Emelec por medio del argentino Eial Strahman, dos minutos después, pudieron anotar para sus equipos.
Pero el marcador no se movió y el cotejo entre millonarios y chullas terminó 0-0. En una semana, los azules perdieron los cinco puntos de ventaja que tenía sobre Liga de Quito, ahora líder.
El empate de ayer le impidió a los eléctricos mantener el primer lugar, con 38 puntos +11, el mismo puntaje de Liga. Los azucenas, que tienen aún tres partidos pendientes, son primeros por tener mejor gol diferencia 38 +17.
El resultado de ayer redujo las posibilidades de los eléctricos de ganar la primera etapa y clasificarse a la final del Campeonato. Esto pese a que le restan dos partidos: contra Liga de Loja y Espoli .
“El cansancio nos empieza a pasar factura”, justificó Omar Asad, DT de Emelec, quien anoche debía viajar a Argentina para regresar el próximo lunes. El torneo se paralizará hasta el 12 de junio.
Ayer, en el Capwell, el Quito impuso un juego inteligente basado en la posesión del balón en su medio campo. Esa estrategia fue impuesta por su DT, Carlos Ischia. A este le gusta ver los partidos de sus equipos de pie en la zona técnica y en silencio.
El ‘pelado’, como se conoce al DT azulgrana por su calva brillante, no necesitó hablarles mucho a sus jugadores. Tampoco intercambiar ideas con sus asistentes de campo. Su pasividad denotó que estuvo a gusto con el desempeño de su equipo.
Y es que al conjunto de la Plaza del Teatro no le costó disipar el juego de Emelec.
Los azules no pudieron sorprender a su rival. El juego rápido, vertical y versátil que ha mostrado en compromisos anteriores ayer no apareció.
Emelec practicó un juego tibio y carente de ideas ofensivas. Caer en imprecisiones y no poder dar más de tres pases consecutivos, principalmente en el primer tiempo, le impidió a los millonarios dominar a los capitalinos.
La virtud del Deportivo Quito fue reducir los espacios entre sus líneas. Pero al final, Asad reconoció que su equipo no tuvo ideas ofensivas y dio siete días de descanso a sus jugadores.